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El Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Nacional entre los Mets de Nueva York y los Phillies de Filadelfia trajo consigo una victoria contundente para los Mets, que aplastaron a sus rivales con un 7-2 que los dejó a un paso de llegar a la Serie de Campeonato (NLCS) por primera vez desde 2015. Sin embargo, tras esa fecha, ambos equipos han lidiado con un historial de fracasos en los momentos clave de los playoffs. Estas tendencias negativas pondrán a prueba tanto a Mets como a Phillies en el crucial Juego 4, que podría cambiar la narrativa de sus respectivas franquicias.
Estadísticas que preocupan: ¿quién romperá su maldición?
El análisis de Paul Casella, de MLB.com, resalta un inquietante paralelismo entre ambos equipos: “Algo tiene que ceder mañana. Los Phillies tienen un récord de 0-4 en sus últimos cuatro juegos de eliminación, anotando apenas cinco carreras en total. Por otro lado, los Mets han perdido sus últimos cuatro juegos de cierre de serie en casa, siendo superados 15-2 en esos encuentros”.
Estos datos, que reflejan tanto la frustración de los Phillies en juegos donde su temporada está en juego como la incapacidad de los Mets de cerrar series en casa, añaden una presión adicional a lo que ya es una situación crítica. Para los Mets, el recuerdo de su derrota por 6-0 ante los Padres en el Juego 3 de la Serie de Comodines de 2022 está aún fresco en la memoria de muchos fanáticos, y eso solo es uno de los episodios oscuros que han marcado los últimos años de la franquicia.
¿Es esta la oportunidad para cambiar la narrativa?
El desafío para los Mets va más allá de la presión de la actual serie contra Filadelfia. Desde que ganaron el banderín de la Liga Nacional en 2015, han sido vistos como el “hermano menor” de los Phillies, los Bravos e incluso de los Yankees. Esta percepción ha sido difícil de cambiar, ya que las expectativas nunca se han cumplido en los momentos decisivos.
Con su impresionante victoria en el Juego 3, los Mets tienen en sus manos la posibilidad de dar un golpe sobre la mesa y empezar a cambiar esa narrativa. No solo se trata de avanzar a la NLCS, sino de consolidarse como un equipo capaz de imponerse en momentos de alta presión. Sin embargo, un desliz en el Juego 4 podría traer consigo los fantasmas del pasado y reavivar las críticas sobre su incapacidad para ganar cuando más importa.
Los Phillies y la carga de la expectativa
Mientras tanto, los Phillies, que en 2022 rompieron una sequía de 13 años sin llegar a la Serie Mundial, han estado bajo el escrutinio de los medios y la afición desde su colapso en la Serie de Campeonato del año pasado. Después de estar a solo un juego de alcanzar nuevamente la Serie Mundial en 2023, vieron cómo los Diamondbacks los eliminaban en el Juego 7. Esa caída ha puesto los reflectores sobre jugadores clave como Bryce Harper y sobre la capacidad del equipo para lidiar con la presión en momentos cruciales.
El núcleo actual de los Phillies ha sido capaz de llevar al equipo a grandes alturas, pero también ha mostrado debilidad en los momentos de mayor presión. Esto hace que el Juego 4 no solo sea una oportunidad para extender la serie, sino también para demostrar que los Phillies pueden sobreponerse a sus recientes fracasos.
Análisis del duelo clave: Quintana vs. Suárez
El próximo enfrentamiento entre los lanzadores también promete ser un espectáculo tenso. José Quintana será el encargado de abrir el Juego 4 por los Mets. Con 35 años, el veterano ha demostrado tener la capacidad de brillar en juegos decisivos, como lo hizo en la Serie de Comodines contra los Brewers, donde lanzó seis entradas en blanco. Quintana ha tenido una segunda mitad de temporada excepcional y llega a este duelo con confianza, habiendo mantenido a los Phillies a raya durante sus enfrentamientos previos este año.
Por el lado de los Phillies, Ranger Suárez tomará la bola con la responsabilidad de forzar un quinto juego. Con un ERA de 1.62 en postemporada y un sólido desempeño ante los Mets durante la temporada regular, Suárez será una amenaza para la alineación de Nueva York, que deberá demostrar la misma contundencia que en el Juego 3 si quieren evitar regresar a Filadelfia para un posible Juego 5.
el peso de la historia y la presión del presente
El Juego 4 no es simplemente una batalla más en la serie. Es una oportunidad para que ambos equipos rompan con ciclos de fracasos y se rediman ante sus aficionados y ante la historia. Para los Mets, ganar significaría dejar atrás años de decepciones y acercarse a la gloria que tantos esperan desde 2015. Para los Phillies, se trata de demostrar que el núcleo que los llevó a la Serie Mundial en 2022 tiene la capacidad de volver a hacerlo y redimir los errores del pasado.
¿Podrá alguno de los dos equipos romper su maldición? El resultado de este enfrentamiento no solo definirá quién avanza en la postemporada, sino también quién será capaz de sacudirse los fantasmas del pasado y cambiar la narrativa de sus últimas décadas.