Con Nathan Eovaldi, Rich Hill y Michael Wacha siendo agentes libres al finalizar esta temporada y con la eterna incertidumbre de Chris Sale y su posible regreso; el panorama a futuro de los Medias Rojas de Boston es una gran incógnita, un misterio sin parangón en la historia reciente que ahora mismo no parece tener una solución inminente.
En medio de este contexto, con el equipo tocando el fondo de la división este en la Liga Americana y quizás como salida de la mente de Stephen King, la historia ha dado una vuelta de tuerca total para complejizar mucho más en el escenario; pues el manager Alex Cora anunció que el experimentado zurdo James Paxton se perderá lo que resta de temporada debido a un desgarro lateral de grado 2 en uno de sus brazos.
La noticia
La noticia fue dada a conocer por Pete Abraham de The Boston Globe y corroborada por Chris Cotillo de MassLive; reafirmando de esta manera lo que ya se venía avizorando desde hacía meses, pues Paxton, quien no ha lanzado en Grandes Ligas desde abril de 2021, no daba muestras de recuperación alguna.
Hablamos de un hombre que siempre ha debido lidiar con el estigma de las lesiones, tal como lo muestra su hoja de servicios desde el 2014, pero que estando saludable es capaz de rendir a buen nivel, como ocurrió en 2019, mientras vestía la franela de los Yankees de Nueva York.
La idea que no fue
En esa campaña con los Mulos, James Paxton apareció en 29 encuentros, compilando 150,2 tramos de labor y una efectividad de 3,82 y esto tal vez fue lo que llamó la atención del gerente Chaim Bloom para ofrecerle un contrato en la última temporada baja por dos años y 26 millones de dólares en conjunto.
Varios entendidos aluden al hecho de que, en su momento, Bloom entrevió las altas probabilidades de que Paxton pudiera regresar en algún momento de la segunda mitad y ya con la maquinaria justada incorporarse de cara a la postemporada; pero esa idea tendrá que esperar.
Al regreso de Michael Wacha le sucedió la salida por lesión de Nathan Eovaldi y ahora, la esperanza de James Paxton se difuminó en abrir y cerrar de ojos, para agravar la difícil situación de los Medias Rojas de Boston, que ya miran desde una perspectiva bien lejana el último puesto de comodín