Cuando los Tigres de Detroit contrataron a Javier Báez por la suma de 140 millones de dólares a cambio de 6 años de servicio, lo hicieron convencidos de que estaban adquiriendo a uno de los mejores campocortos de todo el béisbol y la verdad, es difícil rebatir eso. Por más que ofensivamente hablando el rendimiento del boricua no esté siendo el mejor, es imposible negar su calidad. Con solo verle jugar cualquiera que entienda de béisbol interpretará que está ante un verdadero fuera de serie.

En lo que va de campaña, sin incluir el juego de hoy, Javy tiene línea ofensiva de .212/.249/.366, acompañada de 8 jonrones, 14 dobletes, 2 triples, 31 carreras impulsadas y 25 anotadas en lo que está siendo su novena campaña como ligamayorista, luego de casi 8 años con los Cachorros de Chicago y unos meses con los Mets de Nueva York.

Jugada de lujo

En el duelo que sostuvieron hoy los Tigers frente a los Medias Blancas de Chicago y en el cual cayeron por marcador de 4×2, Báez bateó de 4-1 con cuadrangular de 2 rayitas incluido. El mismo tuvo lugar en la primera entrada y fue el batazo que le dio apertura al electrónico.

Sin embargo, lo que más llamó la atención de la actuación del puertorriqueño nacido en Bayamón fue una intervención defensiva que llevó a cabo en el tercer episodio contra un muy complicado batazo del catcher patiblanco Reese McGuire.

En esa acción, el cuadro de los visitantes se hallaba en un shift cargado hacia el lado derecho del campo, por lo que al ser el batazo por el medio del terreno, Javy Báez se vio obligado a buscar la bola con el guante de revés y girar en carrera para lanzar de manera incómoda a la inicial. ¿El resultado? Un out precioso, digno de ser aplaudido de pie.

Por cosas así, lo llaman El Mago.