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Durante años, la historia de Javier Báez parecía estar definida por una curva descendente. Tras brillar con los Chicago Cubs y convertirse en uno de los jugadores más electrizantes de las Grandes Ligas, el pelotero puertorriqueño fue perdiendo protagonismo, entre inconsistencias al bate, problemas físicos y una adaptación difícil en su paso por los Tigers. Pero hoy, en pleno 2025, Báez está escribiendo un nuevo capítulo en su carrera: uno de redención, entrega y liderazgo.

Con un promedio de bateo de .319, cinco cuadrangulares, 27 carreras impulsadas y un OPS de .870, el actual campocorto y jardinero de Detroit ha encendido las alarmas… pero esta vez en el buen sentido. Su actuación estelar, especialmente en juegos recientes como el del martes ante los Red Sox —cuando conectó dos jonrones de tres carreras, incluido uno para dejar tendido al rival en la undécima entrada— ha captado la atención de toda la liga.

La fe de AJ Hinch en su pelotero

El primero en alzar la voz de apoyo ha sido AJ Hinch, el mánager de los Tigers, quien no ha escatimado elogios para quien considera ahora un ejemplo dentro del club.

“Estoy muy feliz por él”, confesó Hinch. “No sé si él mismo les dirá lo importante que esto es para él, pero yo sí lo sé. El equipo entero se contagia con su energía. No se trata solo de ganar, sino de que Javy esté en el centro de todo esto.”

Las palabras del dirigente no son casuales. Báez pasó por una de sus peores temporadas en 2024, bateando apenas .184. Se le vio desmotivado, superado por las expectativas y, para muchos, ya era un caso perdido. Sin embargo, Hinch apostó por su trabajo, le dio espacio para reinventarse e incluso permitió su transición a nuevas posiciones defensivas.

“Está completamente comprometido”, añadió el mánager. “Ha pasado por mucho desde que llegó. Ahora juega todos los días, está agotado, pero sigue firme. Es un ser humano increíble.”

El valor de la resiliencia

El resurgir de Báez no es solo deportivo. Es también mental, emocional y hasta simbólico. Pudo haberse rendido tras las lesiones, los números bajos y las críticas mediáticas. Pero eligió el camino del esfuerzo silencioso, el del trabajo diario sin promesas de gloria inmediata. Y el resultado empieza a notarse: una versión rejuvenecida de “El Mago” que recuerda al jugador que fue clave en el campeonato de los Cubs en 2016.

Incluso sus rivales se rinden ante lo que están viendo. Alex Cora, mánager de los Red Sox, declaró tras la derrota ante Detroit:

“Está bateando con poder, con promedio… Este tipo, en su mejor momento, fue de los mejores del béisbol. Lo perdieron un tiempo por lesiones y bajo rendimiento, pero parece que ha vuelto.”

La evolución del rol: de estrella a ejemplo

Más allá de sus estadísticas, lo que más destaca AJ Hinch es la disposición de Báez a adaptarse y asumir roles que van más allá del protagonismo habitual.

“Es el ejemplo perfecto de lo que queremos construir aquí: jugadores disponibles para lo que sea, con tal de ganar. Y no es fácil pedir eso. Pero Javy, con su Guante de Oro, su anillo de campeón y su historial, simplemente dice: ‘Claro, yo lo hago’. Eso no tiene precio.”

Este cambio de mentalidad es lo que hace que su resurgimiento sea tan valioso para los Tigers. No se trata solo de un buen bateo temporal, sino de una transformación integral de un veterano que, ahora, también guía a los más jóvenes con el ejemplo.

Una segunda juventud en Detroit

El propio Báez ha reconocido que se siente como hace años no lo hacía:

“Sinceramente, estoy agradecido de sentirme así. El año pasado fue difícil, tuve que tomar la decisión de operarme. Hoy me siento casi al 100%, y eso me permite hacer lo que sé: batear, hacer contacto, disfrutar el juego.”

Ese disfrute ha sido evidente en momentos como el del walk-off ante Boston, donde explicó que sabía exactamente lo que buscaba al batear:

“Estaba buscando ese pitcheo. El lanzador anterior me lanzó dos rectas a 98 mph, las fallé, pero sentí que estaba a tiempo. Esperaba ese lanzamiento… y no fallé.”

¿Está de regreso Javier Báez?

Todo indica que sí. Detroit ha ganado los dos primeros partidos de la serie ante los Red Sox y buscará barrerlos en el juego final. Báez ha sido el alma del equipo durante esta racha y su presencia en el clubhouse parece más relevante que nunca.

La pregunta ya no es si volverá a ser el de antes. La verdadera interrogante es: ¿podrá esta nueva versión de Javier Báez llevar a los Tigers a pelear seriamente en la postemporada?

De momento, las señales son prometedoras. Y para un jugador que muchos daban por acabado, estar en el centro de ese debate ya es, en sí, una gran victoria.

MLB