Cuando los Tigres de Detroit firmaron a Javier Báez por 140 millones de dólares y 6 temporadas, mucha gente comenzó a cuestionarse si en realidad valía la pena haber realizado esa inversión. Incluso hubo quien dudó de lo que podía otorgar el campocorto boricua al equipo de Michigan.

Esos pensamientos de los más inconformes, seguramente fueron echados por tierra el día de hoy en el primer juego del año de los Tigers. Javy Báez se lució con excelente actuación, misma que dejó una jugada a la defensiva y un curioso walk-off para el recuerdo.

La magia tempranera

Las habilidades con el guante y el poderoso brazo de Javy no se hicieron esperar demasiado en el Comerica Park. Corría apenas la segunda entrada y estaba en la lomita el venezolano Eduardo Rodríguez cuando el shortstop puertorriqueño hizo una de sus excelentes intervenciones habituales.

Ante un complicado batazo de Andrew Vaughn, Báez se desplazó hacia su mano derecha, atrapó la bola con un deslizamiento formidable, se levantó y realizó un disparo potente y certero hacia la inicial para poner out al bateador/corredor de turno.

En ese momento el duelo estaba a favor de los Medias Blancas de Chicago, 1×0. Así continuó desarrollándose y en algún momento la visita extendió su ventaja a 3 carreras, pero la cosa se fue apretando y al cierre del noveno capítulo llegó 4×3, dejando la mesa servida para la aparición estelar del número 28.

Los dejó en el terreno

La situación no pudo iniciar mejor para los Tigres en el epílogo del encuentro. Después de que el primer hombre del inning entregara un out vía ponche, Eric Haase le bateó un jonrón al cerrador Liam Hendriks para igualar el marcador a 4 rayitas por lado.

Luego Robbie Grossman se ponchó y cayó el segundo out, pero Austin Meadows disparó triple y le dejó las labores de superhéroe a Javier Báez. Con un batazo largo por el bosque derecho El Mago decidió el juego después de que enviaran la jugada a revisión. Todo fue tan confuso como especial, y para relatarlo es preferible que lo veas completo. Al final, 5×4 venció Detroit a Chicago.