Cuando los Astros de Houston decidieron dejar de pujar en la lucha por recapturar al campocorto puertorriqueño Carlos Correa, muchos de sus fanáticos se alarmaron. Ciertamente, tenían motivos para hacerlo, ya que el boricua había sido pieza clave para lograr el éxito sostenido de los últimos años y obviamente sería una baja sensible para el cuadro que dirige Dusty Baker en la presente campaña 2022 de las Grandes Ligas.

Pero la gerencia del club estaba tranquila, pues había alguien que emergía desde las ligas menores y según ellos podría cargar con la semejante responsabilidad de llevar el testigo dejado por el torpedero saliente.

La ficha y los ojos ya estaban puestos sobre Jeremy Peña, un muchacho dominicano de muy buenas hechuras que prometía con descollar en su primera temporada como grandesligas.

Mejor imposible

Y justo de esa manera ocurrió. Peña despuntó, Houston siguió ganando hasta el punto de que se adjudicó otro banderín de la División Oeste de la Liga Americana con increíble ventaja sobre sus contendores y también se perfila ahora como una de las novenas que tienen candidatura principal para llevarse la Serie Mundial.

No pudo ser un mejor movimiento para la escuadra que hoy ve cómo una de sus apuestas más arriesgadas en los años más recientes está celebrando hoy su vuelta al sol número 25 a la vez que exhibe números que de no ser por la enorme irrupción del novato de los Marineros de Seattle, Julio Rodríguez, bien le habrían bastado a Jeremy para quedarse con el premio Rookie of the Year del joven circuito.

Las estadísticas lo avalan

Actualmente, el novel pelotero oriundo de Santo Domingo posee línea ofensiva de .249/.288/.411, acompañada de 19 jonrones, 18 dobletes, 53 carreras impulsadas y 64 anotadas.