Joey Gallo fue adquirido desde Texas por los Yankees en julio del año pasado. Desde que llegó a la casona del Bronx ha sido un desastre. Considerado en su momento como uno de los peloteros insignia de la nueva analítica, a pesar de su pésimo average de bateo, el slugger se ha convertido en un jugador inútil, incapaz de producir, con bajo average y un poder ocasional. La única virtud que tiene es que “agarra” boletos, nada más.

En 2021 fue líder en boletos de la Ameicana con 111, pero también encabezó el circuito en ponches con 213. Muchos pensaron que todo eso había que pasarlo por alto, luego de que su línea ofensiva fuera de .199/.351/458. Es decir, Gallo se embasó muchísimo, por encima del promedio, pero como anotó 90 carreras, muchos creyeron que estaba bien.

El problema es que Gallo no sabe batear. El total de hits conectados en 498 turnos fue de 99. Solo conectó 27 jonrones y 13 extrabases. Pero hagamos algo, más allá de utilizar fórmulas rebuscadas, las cuales muchas veces sirven más para confundir que para ayudar, echémosle un vistazo a los estacazos de Gallo y su utilidad dentro del juego.

Tomemos, por ejemplo, cuántas veces con hombres en posición anotadora encontró Galló con los Yankees en 2021. Según MLB, en 2021, el bateador zurdo bateo para .098 (41-4 con 24 ponches).  Soltó dos jonrones y remolcó apenas ocho carreras.

Con hombres en circulación, la línea ofensiva de Gallo fue de .122/.305/.351. Se fue de 74-9 con 39 ponches. ¿Entonces? Eso no es producir. Si hablamos de sus jonrones, solo 2 de ellos sirvieron para empatar o poner a su equipo arriba y 14 de ellos fueron solitarios.

En esta temporada ni hablar. Solo 10 remolcadas en los primeros 86 juegos de la temporada con 98 ponches y una línea ofensiva de .161/.286/.327