El jardinero de los Nacionales de Washington, Juan Soto, está atravesando un momento bastante particular en su corta y exitosa carrera como grandesligas. Sus números no han sido tan impresionantes como en el pasado, pero aun así no pueden considerarse malos, ya que la mayoría de ellos están por encima del promedio actual de la MLB en esta temporada 2022.
Con una línea ofensiva de .264/.395/.512, 8 jonrones, 6 dobletes, 11 carreras impulsadas y 23 anotadas, el oriundo de Santo Domingo se mantiene como uno de los mejores bateadores de la pelota norteamericana, eso sí, por debajo de lo que la mayoría espera de él, incluido él mismo.
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No obstante, es difícil determinar qué está sucediendo con él y por qué las cosas no están marchando de la forma en que a él le gustaría, pero quizás analizando las estadísticas podamos encontrar algunas respuestas.
Desesperado por batear
Uno de los aspectos del Soto de hoy que llama más la atención es lo impaciente que ha estado en la goma y la calidad de los envíos que ha seleccionado. Pese a haber sido el hombre con más disciplina en sus turnos el año pasado, tal y como reflejan sus 145 boletos recibidos en 2021 (líder de todo el Big Show), por estas fechas está tirándole con asiduidad a pitcheos fuera de la zona.
Sobre esto, su mánager, Dave Martínez, se ha manifestado diciendo:
“Creo que está expandiendo la zona de strike mucho más de lo que normalmente lo hace. Creo que se trata un poco de que él quiere impulsar las carreras cuando están ahí fuera. Pero solo necesita ser él, y siempre hablamos de eso. Siempre hablo con él sobre cómo es realmente un buen bateador cuando da sus bases por bolas”.
Sin embargo, con todo y su premura, es el segundo jugador que más beses llegó a la inicial de manera gratuita con 25, solo por detrás de Max Muncy (27).
¿Por qué está apurado?
Una de las cuestiones que explica el hecho de que La Fiera esté persiguiendo tantos lanzamientos malos es lo poco que le lanzan en la zona de strike. En este 2022 solo el 36,3% de los envíos que ha visto han estado en área buena. El año pasado ese porcentaje fue de 41,6% y durante toda su carrera ha sido de 40,3%.
La realidad sea dicha, nadie quiere ser castigado por el bate del joven de apenas 23 años y prefieren correr el riesgo de regalarle una almohadilla antes de que un batazo suyo signifique un daño peor.
Sobre esta situación Juan habló el miércoles tras finalizar el encuentro contra los Mets de Nueva York. Afirmó que siente que le están pitcheando diferente, pero que está intentando golpear la bola a su manera por más que los serpentineros quieran que lo haga a la de ellos.
Sabias palabras
Frente a todo esto, un veterano paisano suyo y compañero de equipo, Nelson Cruz, tiene una opinión que a la vez puede ser un consejo para el novel y talentoso quisqueyano:
“Al final del día, es él contra él la mayor parte del tiempo. Solo tiene que mantenerse positivo, mantener la cabeza en alto y ser él mismo”.
Sin dudas, no puede ser más acertado el comentario de Boomstick.
Ahora, hay que entender también que incluso cuando no espera demasiado y hace swing a pitcheos que están fuera de la zona de strike, Juan Soto sigue presentando estadísticas de admirar y encima, es un peligro latente para cualquier lanzador.