El jardinero dominicano de los Nacionales de Washington, Juan Soto, ha mantenido en vilo a sus seguidores desde el comienzo de la temporada 2022 debido a su flojo desempeño. No es que sea un drama lo que esté viviendo a nivel de números, pero ciertamente está por debajo de lo que se espera de un coloso como él.
Quizás sea que se le exige demasiado a pesar de su corta edad, o que ha rendido tan bien en tan poco tiempo que las expectativas son demasiados altas en torno a su persona, pero lo verídico es que este arranque de campaña le ha costado más de lo que todos hubiéramos creído.
No obstante, no hay nada de qué preocuparse, él mismo ha reconocido los puntos en los cuales ha fallado y sabe bien dónde y cómo debe trabajar en pro de mejorar y salir del bache, y parece que lo está consiguiendo. Poco a poco sus estadísticas comienzan a mejorar y las cosas dan la sensación de que regresarán a la normalidad.
Prueba de ello es el cuadrangular que bateó hoy frente a los Rockies de Colorado en un encuentro que terminaron ganando los suyos por pizarra de 10×2.
Tremendo batazo
Corría la parte alta del quinto episodio cuando al primer lanzamiento de abridor venezolano Germán Márquez, Juan Soto conectó un estacazo largo por el jardín izquierdo que acabó en vuelacercas. La pelota recorrió 414 pies de distancia luego de salir de su madero a una velocidad de 104.3 MPH.
El bambinazo representó el quinto en lo que va de zafra para él, su sexta carrera impulsada y a la vez su decimonovena anotada. En este encuentro se fue de 5-1, dejando sus números de la siguiente manera:
Línea ofensiva de .258/.405/.472, OPS de .877, 4 dobletes y 21 bases por bolas. Además, contabiliza 23 imparables en 89 turnos al bate.
Triste realidad
Aunque el aporte de La Fiera no ha desaparecido, los Nats no dan pie con bola en la MLB. Su récord es de 9 victorias y 16 derrotas, y siendo sinceros luce muy complicado que puedan lograr un pase a la postemporada teniendo en su división a equipos como los Mets de Nueva York, los Phillies de Philadelphia e incluso los Marlins de Miami. Eso sin contar que también comparten zona con los actuales campeones, los Bravos de Atlanta.