Su confesión no solo remueve emociones en Boston, sino que también revela la magnitud de su impacto en la agencia libre y el rumbo de dos franquicias históricas.
La temporada 2025 de las Grandes Ligas avanza con intensidad, pero una reciente confesión de Juan Soto ha reavivado un debate que parecía cerrado: ¿qué tan cerca estuvo Boston de contar con el astro dominicano en su alineación?
Durante una entrevista con The Athletic, Soto reveló que los Boston Red Sox fueron uno de los equipos que más lo cautivaron durante la agencia libre. Aunque finalmente firmó un megacontrato de 15 años y 765 millones de dólares con los Mets de Nueva York, la franquicia de Massachusetts no quedó tan lejos en la competencia.
“Fue bastante divertido, mostraron mucho cariño”, dijo Soto sobre las negociaciones con Boston. “Realmente aprecié lo que hicieron y lo que ofrecieron. Fue muy impresionante lo que pusieron sobre la mesa. Me senté a mirar las ofertas y todo lo que tenían para mí. Al final decidimos ir en otra dirección.”
Estas palabras no solo humanizan el proceso detrás de una firma multimillonaria, sino que reflejan lo cerca que estuvo Fenway Park de tener en su césped a uno de los bates más peligrosos del béisbol moderno.
Un romance no concretado, pero respetado
Soto, en su visita a Boston como miembro de los Mets, confesó que no pudo evitar imaginarse con el uniforme de los Red Sox durante su primera aparición en el Fenway esta temporada.
“Pensé: ‘Diablos, hubo una posibilidad real de que yo estuviera en esa alineación’”, admitió el jardinero. “Pero eso es pasado, y estoy muy feliz donde estoy ahora.”
Lo que más le atrajo de la oferta de Boston fue la historia del equipo, la ciudad y su conexión con la comunidad dominicana. El Fenway Park, con su mística y tradición centenaria, le dejó una impresión profunda.
“La historia del estadio, la ciudad, el equipo… es un equipo muy bueno, con muchos dominicanos, y fue realmente impresionante. Me llamó mucho la atención.”
Boston reacciona con Bregman y sigue adelante
Aunque no consiguieron firmar a Soto, los Red Sox no se quedaron de brazos cruzados. Su plan B fue el tercera base Alex Bregman, y hasta el momento, ha sido un acierto rotundo.
En 48 juegos, Bregman batea para .303, con 11 cuadrangulares y un OPS de .955, cifras que lo colocan entre los jugadores más productivos de la Liga Americana.
“Siento que este ha sido el mejor momento de mi carrera como bateador”, declaró recientemente a ESPN. “Vine aquí porque creí que podía ganar, porque sabía que podía demostrar qué tipo de jugador soy. No tuve miedo de venir a probarlo.”
La actitud de Bregman encaja con la filosofía competitiva que Boston ha tratado de recuperar tras años de altibajos. La gerencia no solo apostó por su talento, sino por su mentalidad ganadora, y hasta ahora, ambas partes parecen satisfechas.
¿Qué hubiera pasado con Soto en Boston?
Es imposible no caer en el juego del “qué hubiera pasado”. Soto en Fenway habría sido una atracción taquillera. Su swing zurdo, perfectamente adaptado al “Green Monster”, podría haber producido cifras históricas. Además, su presencia habría reforzado el lazo del club con la comunidad dominicana, ya significativa con figuras como Rafael Devers y Wilyer Abreu en el equipo.
En términos de mercadeo, presencia internacional y liderazgo, Soto representaba más que un bate. Era una inversión global. Pero su decisión de ir a los Mets —otro mercado importante y un equipo en plena reestructuración— también tiene sentido desde lo estratégico: se convierte en el rostro de una franquicia que busca sacudirse años de frustraciones.
El legado de una decisión
Soto es aún joven, pero ya toma decisiones como un veterano. Optó por una franquicia donde puede liderar un proyecto ambicioso desde cero, en vez de insertarse en una narrativa histórica como la de Boston. Mientras tanto, los Red Sox siguen avanzando con un núcleo competitivo y un cuerpo técnico liderado por Alex Cora que ha sabido reinventarse.
Esta historia —aún sin concretarse— será parte del folclore moderno del béisbol. Un “casi” que pudo cambiar el rumbo de dos franquicias. Y si alguna vez Soto vuelve a entrar en la agencia libre, no sería extraño que Boston vuelva a levantar la mano.
Porque como él mismo lo dijo: “Fue impresionante lo que ofrecieron.”
Y en la pelota, nada está escrito para siempre.