No hay nada mejor definitivamente que jugar con fuerza y sobretodo con una ilusión totalmente fuera de liga para efectos de pertenecer a una de las novenas más importantes de las Grandes Ligas como los Cardenales de San Luis, de esto, Juan Yépez, jugador venezolano, se mantiene escribiendo un libro desde el inicio.

Para efectos, esta es la primera temporada de Juan Yépez en la gran carpa y siendo un momento especial en donde él ni siquiera pensaba que iba a hacer algo tan especial para el día de la madre sabiendo que era una de las posibilidades más altas dentro de todo lo que puede hacer un grande liga. Pues sí, el día de la madre el jugador nacido en Venezuela marcó un tremendo estacazo.

El utility habría tenido una conversación posterior con la prensa en donde había confesado lo que comentó a su madre: “Si cuando estábamos en el hotel de San Francisco, le dije mira voy a intentar hacer algo para ti”, además de que añadió “La verdad que no estaba pensando en que iba a botar un jonrón, pero estaba pensando en seleccionar un buen pitcheo y darle duro”.

Además, el utility aseveró que tiene muchas intenciones de poder lograr un verdadero contrato y empezar a jugar con los Tiburones de La Guaira, equipo que tiene más de 3 décadas sin lograr un título oficial en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional y a quien le han quedado a deber muchos de los peloteros que han salido expresamente de esa cuna para cuando llegan a las mayores, al final no vuelven a casa a jugar.

Sus deseos con el conjunto escualo.

“Si quiero jugar en Venezuela. He estado conversando con César Collins y Miguel Rojas. Tenemos un grupo y estamos en contacto. Danry (Vásquez) y los demás. Queremos darle ese triunfo a la Guaira. No hay nada más grande que ir a jugar en Venezuela y ganar un título. Si quiero estar con ellos”. Reveló en entrevista clara y concisa para efectos de buscar un puesto en el equipo titular de La Guaira, que, de hace par de años ya tiene su sede en Macuto.

Habló a su vez de la clínica deportiva a la cual asisitió: “Como a los 6 o 7 años, los Tiburones de La Guaira hicieron una clínica y ahí fue que empecé. Cuándo era niño le pregunté a mi papá a cuál equipo de podría ir. El me dijo que en su casa no aceptaba caraquistas, entonces fui al Magallanes”.

Además como un aporte honorífico se sintió feliz de que una estrella como Miguel Cabrera hiciera fe de su existencia.