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La historia de los peloteros cubanos que se convierten en desertores parece no tener fin. Es un relato que siempre vuelve, como un viejo recuerdo que es imposible de olvidar. Muchas son las historias de atletas que después de cruzar el charco se convirtieron en figuras de las Grandes Ligas, sin embargo, otros simplemente lo hacen por tener una vida lejos de la realidad política y económica que atraviesa su país de origen.
Tal es el caso del toletero Iván Prieto González, careta de bullpen de la delegación de Cuba que jugó en el Clásico Mundial de Béisbol 2023 y que llegó hasta la ronda de semifinales. En dicha instancia fueron vapuleados por los Estados Unidos por marcador de 14×2 y ahora, concretamente en el día de ayer, regresaron a su isla. No obstante, el referido jugador que no estaba inscrito en el roster de juego acabó fugándose y no tomó el vuelo de vuelta.
Según el diario Miami Herald, este jugador que pasó 8 campañas en la pelota de su patria defendiendo los colores de los Alazanes de Granma aprovechó la oportunidad que le dio la Federación Cubana de Béisbol de acudir al torneo mundialista como cátcher de ayuda para quedarse en territorio norteamericano. Ahora se especula con la posibilidad de que solicite asilo político y haga una vida en la nación de las barras y las estrellas.
Mientras tanto, sus compañeros ya llegaron a La Habana, lugar en el que fueron recibidos con una ceremonia con una recepción oficial por parte de las autoridades del gobierno. De este modo, Iván Prieto González se convierte en el primer jugador en desertar en la historia de los Clásicos Mundiales. Algo que resulta curioso, pues es la quinta edición y jamás un beisbolista cubano había hecho tal cosa.