Your browser doesn’t support HTML5 audio
Dicen que lució imponente, como siempre; había pasado un mes desde que una distensión en su brazo de lanzar lo obligó a ir hacia la lista de lesionados, pero el pasado fin de semana, volvía a ser él; durísimo con su bola rápida, cortante con su slider, sin indicios de aquel problema que a finales de marzo prendió las alarmas en el contexto de los Mets de Nueva York.
Fue así y cuentan también que, al saber la noticia, todos respiraron aliviados en Queens, desde Steve Cohen, hasta el mismo Tom Seaver, pues con esa versión de Justin Verlander en su última apertura de rehabilitación se esfumaban los fantasmas del desagravio.
Antes
Verlander llegó a los Mets por dos temporadas y 86 millones de dólares, llegaba de una temporada de ensueño con los Astros de Houston, con otro Cy Young y un nuevo anillo de Serie Mundial y en solo horas, allá en Comerica Park, en el mismo lugar donde el veterano comenzó su andar en Grandes Ligas, otra vez, volverá a empezar.
En la que fue su casa por 12 campañas, donde ganó el Novato del Año en 2006, también el MVP y el Cy Young en 2011, en el mismo estadio donde se agenció 183 victorias, dejando una efectividad de 3,83, allí, frente a los Tigres de Detroit, Justin Verlander hará su debut con el uniforme de los Mets de Nueva York.
El momento perfecto para estar de vuelta
Esa sensación de comienzo es la mejor que se podía percibir en el entorno del elenco neoyorkino, pues al momento de escribir este texto, los dirigidos por el avezado Buck Showalter andan de capa caída y a la constante merma ofensiva se le han añadido los persistentes problemas en materia de pitcheo.
Con forja de 16-15, los Mets marchan segundos en la División Oeste de la Liga Nacional, mirando como se van despegando los Bravos de Atlanta en la primera posición y al mismo tiempo sintiendo como le respiran bien cerca los Filis de Filadelfia y los Marlins de Miami.
El tótem
La crisis se agravó este miércoles, luego que los Tigres vencieran por partida doble, 8-1 y 6-5, dejando en evidencia el lado más mediocre de un elenco llamado a contender por todo en este 2023.
Este es sin dudas el contexto idóneo para el regreso al juego de Justin Verlander y desde ya, la afición del Citi Field lo verá como una especie de tótem y a él se encomendarán.
Noticias relacionadas