The Kid es uno de los jugadores más queridos de todos los tiempos.
Es considerado una superestrella tanto por los fanáticos como por los jugadores, y obviamente que lo fue. Sin embargo, una creciente comunidad de los periodistas y fanáticos del beisbol colocan a Griffey Jr. como uno de los 15 mejores jugadores de la historia, incluso algunos hasta piden comparaciones con Willie Mays.
Para la mayoría fue el mejor jugador en su mejor momento. Pero no, no es así.
Ken ocupa el puesto 36 de todos los tiempos en fWAR ubicándose entre Charlie Gehringer y Johnny Bench. Su wRC+ de 131, utilizado para medir la producción ofensiva general en relación con la liga ocupa el puesto 142 de todos los tiempos. Aunque al principio de su carrera jugó una gran defensa genial, terminó con un índice defensivo de -39.6 en su carrera. Fue positivo durante ocho de sus primeras nueve temporadas pero luego fue negativo todos los restantes años de su carrera.
Desafortunadamente, cuando llegó a Cincinnati, su cuerpo comenzó a traicionarlo. La lesiones fueron determinantes en su declive. Después de una excelente temporada de debut con los Rojos (40 HR y 118 RBI), Griffey se derrumbó. Durante las siguientes cuatro temporadas, Griffey nunca jugó más de 111 juegos y no logró jugar más de 83 en tres temporadas consecutivas. The Kid mostró su brillantez ocasionalmente después de su primera temporada en Cincy, pero la grandeza fue fugaz.
Ken iba en camino a convertirse en un semental de todos los tiempos, pero las lesiones le pasaron factura, su ofensiva se volvió inconsistente año tras año y su defensa cayó por un precipicio incluso cuando comenzó a hacer la transición al jardín derecho.
Ken Griffey Jr., fue un gran talento con una gran sonrisa que usaba constantemente, Aunque su estético swing y forma de fildear, grandes batallas en Derby de jonrones siempre pesen más en la balanza, no deben hacernos olvidar lo no tan bueno.
Agregó poco más de 4 fWAR en total entre 2001 y 2010, y terminó con 77.3. Fue una superestrella durante sus primeros 10 años y los elogios por ello están justificados. Pero los años llenos de lesiones simplemente no pueden ser ignorados, fueron casi la mitad de su carrera.
No a todos los amantes de las estadísticas nos gusta destruir todo lo que es bueno y sagrado por la percepción de la mayoría. Pero lo justo es que no podemos darle crédito por cosas que no hizo. Podemos hacer conjeturas y soñar con lo que podría haber sido, pero desafortunadamente se lastimó mucho, y esas lesiones devastaron lo que podría haber sido una carrera verdaderamente especial, en lugar de una primera mitad especial de una carrera.