Lo único esperanzador en Washington esta temporada era que cualquiera que sea el estado del equipo que lo rodea, al menos Juan Soto tendría cuatro o cinco apariciones en el plato por noche.
Sin embargo, Soto pudiera estar en su punto más bajo. “En este momento”, dijo Soto en un tranquilo clubhouse local el pasado jueves por la tarde, “todos sabemos que estoy pasando por dificultades”.
No es un bateador de .262 que arrastrará un porcentaje de slugging de .452 hasta el verano. Juan Soto es el mejor bateador de MLB pero durante un mes, no lo ha sido, y no está cerca. La fortaleza de Soto es asesinar absolutamente uno o dos lanzamientos decentes que un el lanzador contrario le ofrece en cada juego. A medida que abril se desvanece, en mayo todavía recibe pero de manera muy excasa esos lanzamientos en los que podría hacer daño. Los extraña, y el resultado son números inusualmente pequeños junto a su imagen.
Entre 349 jugadores que han visto al menos 100 picheos, Juan Soto se ubica 329no en picheos dentro de la zona. Es decir, Soto es uno de los 27 jugadores de MLB que menor porcentaje de sus lanzamientos recibidos son en la zona. Básicamente, los lanzadores huyen y con la pobre ofensiva alrededor de Soto, no hay necesidad de lanzarle al dominicano.
Soto ha impulsado al menos tres carreras en un juego en su carrera. Después de 21 juegos para comenzar la temporada, solo tiene cinco carreras impulsadas, en total. Con corredores en posición de anotar, es un desconcertante 2 de 20.
La falta de bateadores establecidos o calientes, o ambos, permite que los equipos rivales comiencen su conversación sobre cómo atacar a los Nacionales abordando cómo evitarán a Soto, y partir de ahí. El plan de juego, incluso cuando pelea más que barajar, no se desvía en situaciones importantes: tenga cuidado.
A pesar de todo esto, Soto sigue siendo disciplinado en ese aspecto. Tiene la mayor cantidad en el béisbol. Algo de eso es su severa negativa a hacer swing a los lanzamientos del lanzador. Algo de eso es la preferencia absoluta de cualquier lanzador cuerdo de enfrentar a quien sea que esté detrás de él. Hasta el miércoles pasado, ese era el bateador designado Nelson Cruz, cuyo porcentaje de embase más slugging de .499 se ve mejor a través de un microscopio.
“No estoy frustrado en absoluto”, dijo. “Solo quiero nunca jugar en el clima frío. Soy de clima cálido. Siempre que tengamos calor, iremos. Haremos rock and roll”.
Soto también ha tenido un poco de mala suerte. Su wOBA esperado según la calidad de sus contactos es de .428 mas su wOBA resultante es de .391, una diferencia de 33 puntos inferior a la calidad real de sus batazos, incluso su xBA es de .282 más parecido al bateador que otdos conocemos.
La temporada de Soto se normalizara un poco mientras se desarrolle la temporada, sin embargo, probablemente no al nivel de lo mostrado en años anteriores.. Volverá a ser líder en bases por bolas de Grandes Ligas pero su tasa de extrabases y su promedio de bateo pudiera verse afectado por el contexto. No tiene compañeros que lo protejan y la alineación proyecta a empeorar. Tanto Nelson Cruz como Josh Bell son piezas de traspaso en el mercado de cambios.