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Según TMZ, Henderson falleció después de una batalla contra la neumonía en un hospital del área de Oakland. El exjugador de las Grandes Ligas era conocido por mucho más que robar bases. Henderson bateó .279 en su carrera y también ocupa el primer lugar de todos los tiempos en carreras anotadas con 2295. Además de 13,5 temporadas con los A’s, Henderson también jugó para los Toronto Blue Jays, San Diego Padres, Los Angeles Dodgers, New York Yankees y Seattle Mariners, entre otros.
Rickey Henderson creció en el área de Oakland y fue seleccionado por los Atléticos en la cuarta ronda del draft de la MLB de 1976. Le tomó solo tres años ascender a las Grandes Ligas, haciendo su debut en la MLB en 1979. En apenas su segunda temporada, Henderson robó 100 bases y rápidamente dejó en claro que iba a ser un jugador especial.
El jardinero está en el Salón de la Fama, ha sido seleccionado para 10 Juegos de Estrellas y también ganó el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1989, después de tener un promedio de bateo de .325 con 28 jonrones y 61 carreras impulsadas para los Atléticos. Henderson también ganó un par de títulos de la Serie Mundial: en 1989 con Oakland y en 1993 con los Blue Jays. El récord de bases robadas de Henderson también podría permanecer indefinidamente. Nadie ha alcanzado siquiera las 1.000 bases robadas.
Descanse en paz un verdadero icono del deporte. Rickey Henderson será extrañado por siempre.