En Detroit, los fanáticos a los Tigres solo han visto pequeños momentos de Javy Báez, digo, del verdadero Javy Báez pues yo como muchos o la mayoría, yo me resigno a pensar que este jugador mediocre que apenas sobrepasa los 200 de average es el Javy Báez de los Cachorros de Chicago en 2016, el mismo que ha sido considerado uno de los mejores torpederos del juego en el último quinquenio, no quiero pensar, nadie quiere.
Hay 140 millones de dólares de por medio y un tiempo importante, seis años y la historia de Javy puede cambiar en cualquier momento, tiene el talento y la consistencia necesaria para ello, tal como lo demostró en junio, cuando en un segmento del mes pareció renacer con 4 jonrones y 12 carreras impulsadas en 22 partidos para después volver a caer en la misma dinámica durante los primeros das de julio, cuando compila 136 de average en 22 turnos oficiales al bate.
El cambio radical
Así, de Hyde a Jekyll y viceversa, ha estado el boricua en su primer año, lego de llegar a Comerica Park como el hombre del futuro, el que iba a rescatar la gloria perdida hace unos seis o siete años, con el cual los fanáticos pensaban volver a disfrutar en una Serie Mundial como sucedió en 2006 y 2012, pero nada de eso, como en una película de terror, Javier Báez se transformó en su peor versión y eso nadie lo esperaba.
Para unos el tema es de adaptación a la liga y el propio jugador había expresado meses atrás que sentía estaba quedando atrás a la hora de acelerar el swing y hasta de problemas para ver la bola aludió, sembrando el pánico incluso.
Y el manager AJ Hinch ha hecho de todo, días libres, cambios en la alineación y sobre todo mucha confianza, todos en el equipo han buscado eso, pues aben lo que representa Báez, hasta el propio gerente general, Al Ávila sabe que ese no es calibre del caribeño.
Hay confianza
De acuerdo con varios medios en Detroit y tal como refieren The Athletic y MLB.com, el directivo no está feliz, de manera general el resultado no es el que esperaba y ese récord de 34-47 al momento de escribir este texto da la medida del fiasco que va siendo la temporada.
No obstante, Ávila confía en la historia de Javy Báez, cree que puede mejorar y confesó que el antillano está trabajando en pos de reencontrar su forma, su mejor versión y eso es lo que quieren en la organización, ver al dos veces All Star simplemente regalando un poco de buen béisbol.
El Mago debe recuperar su personalidad y exorcizar sus demonios tan rápido como sea posible, ya es un reclamo popular lo de poner fin a lo visto hasta hoy…en las manos de Javy se encuentra la solución.