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El lanzador de las Águilas Cibaeñas, Alfredo Simón, fue expulsado del juego después de un incidente en el que perdió el control. Simón es uno de los pitchers más activos del equipo, con 14.2 entradas lanzadas y un récord de 1-1.
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En el juego contra los Leones del Escogido, Simón reaccionó de forma agresiva después de que se marcara una bola en un conteo de 2-2 con un hombre en segunda base. Fue expulsado después de empujar a un compañero y al árbitro, y el equipo finalmente perdió el juego 7×2. Este incidente representa un revés para las Águilas Cibaeñas, que continúan en el fondo de la tabla de LIDOM y luchan por recuperarse.
Después de la llamada del árbitro del home plate en medio del juego de las Águilas Cibaeñas vs. los Leones del Escogido durante la jornada del jueves en la Liga Dominicana (Lidom) 2023. Simón, quien ya había permitido múltiples jonrones de los bates de los Leones del Escogido, se disgustó cuando un lanzamiento suyo fue llamado como bola por el árbitro principal, lo que resultó en su expulsión. Posteriormente, hizo contacto físico con el árbitro, lo que podría acarrearle una multa y suspensión por parte de la LIDOM. Sus compañeros y el dirigente del equipo intentaron detenerlo, y se espera que enfrente la suspensión más grande de su carrera en la liga.
El béisbol, al igual que cualquier otro deporte, exige a sus participantes un alto nivel de disciplina y respeto, incluso en situaciones de frustración.
El manejo de la ira es fundamental en cualquier ámbito de la vida, y el deporte no es la excepción. Los atletas, especialmente aquellos que compiten a niveles profesionales, deben aprender a controlar sus emociones y afrontar las situaciones adversas con madurez y compostura. La ira mal gestionada puede tener consecuencias desastrosas, como en el caso de Alfredo Simón, cuya expulsión del juego y la posterior derrota de su equipo son un claro ejemplo de los perjuicios que puede ocasionar.
Es importante que los deportistas reciban una formación integral que incluya el desarrollo de habilidades emocionales y psicológicas. El manejo de la presión, la frustración y la ira son aspectos fundamentales para el rendimiento deportivo y el comportamiento ético en la competición. Los entrenadores, managers y demás personal técnico tienen la responsabilidad de inculcar en sus jugadores estos valores y de brindarles las herramientas necesarias para afrontar las situaciones difíciles de manera constructiva.
En el caso específico de Alfredo Simón, es imperativo que asuma la responsabilidad de sus acciones y se comprometa a trabajar en el control de su temperamento. La ira no solo afecta su desempeño individual, sino que también repercute en el rendimiento y la imagen de su equipo. El respeto hacia los árbitros, compañeros, rivales y aficionados es esencial para la integridad del deporte y para el mantenimiento de un ambiente sano y seguro en los estadios.
Simón debutó este año con las cuyayas, y ya había recibido un premio a Jugador de la Semana cuando superó a Dinelson Lamet en la votación. Actuó en dos partidos, lanzando 3.1 entradas, enfrentando a 15 bateadores y logrando una victoria, la única de las Aguilas en ese entonces.
En conclusión, la conducta de Alfredo Simón durante el juego de las Águilas Cibaeñas es censurable y pone de manifiesto la importancia del manejo de la ira en el deporte. Los incidentes de este tipo no solo afectan la imagen de los jugadores y los equipos, sino que también socavan los valores fundamentales del béisbol y de cualquier disciplina deportiva. Es necesario promover una cultura de respeto, fair play y control emocional en el ámbito deportivo para garantizar una competición justa y saludable para todos los involucrados.