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El encuentro en el Estadio Tetelo Vargas fue una muestra de destreza y determinación por parte de ambos equipos. Hasta el séptimo capítulo, el pitcheo de ambas escuadras se mantuvo firme, sin ceder terreno alguno. Fue en este momento decisivo cuando un error del antesalista Dawel Lugo abrió las puertas para que las Estrellas anotaran dos carreras, ambas sucias, contra el relevista Hansel Robles, cambiando el rumbo del partido a su favor.

A pesar de las oportunidades que el equipo de los Tigres tuvo a lo largo del juego, especialmente con corredores en posición ventajosa, el dominio del montículo por parte de Román Méndez y Luis González frustró sus intentos de marcar. Sin embargo, fue en el séptimo inning cuando Raimel Tapia aprovechó una situación con un corredor en la inicial, realizando un toque que desequilibró la defensa rival y permitió dos valiosas anotaciones para las Estrellas, alcanzando así la ventaja 2-0.

El pitcheo de Austin Davis durante cinco entradas en blanco fue fundamental para mantener a raya a los Tigres, hasta que una oportunidad generada por Emilio Bonifacio y Gustavo Núñez llevó al abridor verde a dejar el montículo.

Los momentos clave se sucedieron: desde el octavo inning, donde los Tigres nuevamente no lograron capitalizar su situación ventajosa con corredores en base, hasta la entrada perfecta de Ronel Blanco en el noveno, cerrando con maestría el encuentro, dominando a la ofensiva del Licey.

La victoria se adjudicó a José José (1-0; 0.00) con un desempeño estelar, mientras que el cerrador Blanco (2) se encargó de sellar la victoria, y la derrota recayó en Robles (0-1; 2.08), quien luchó en el montículo pero no pudo evitar el avance de las Estrellas.

Con este triunfo, las Estrellas Orientales consolidan su liderazgo en el campeonato, acumulando su quinta victoria consecutiva y reafirmando su posición como contendientes indiscutibles en esta emocionante semifinal todos contra todos.