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Las Águilas Cibaeñas, uno de los equipos más icónicos y exitosos de la Liga Dominicana de Béisbol (LIDOM), se encuentran en un momento crítico durante el Round Robin 2025. Con un récord de 1-6, su desempeño actual está muy lejos del equipo que dominó la temporada regular con una ofensiva arrolladora.

El vuelo bajo de las Águilas Cibaeñas

La pregunta que muchos aficionados y analistas se hacen es: ¿qué salió mal? ¿Cómo es posible que el equipo con mejor promedio de bateo en la fase regular (.264) y líder en jonrones (40) esté ahora luchando por sobrevivir en una ronda semifinal en la que se les ve cada vez más cerca del abismo?

Ofensiva apagada: el talón de Aquiles

El colapso de las Águilas en esta etapa se debe, principalmente, a una ofensiva casi inexistente. Hasta ahora, el equipo promedia un pobre .212 al bate, muy por debajo del tercer lugar en bateo colectivo. Esta cifra refleja una caída de 52 puntos respecto a su desempeño en la fase regular.

Más alarmante aún es que han sido blanqueadas en tres de los últimos cuatro partidos, incluyendo una derrota por 1-0 ante los Tigres del Licey y otra por 6-0 frente a las Estrellas Orientales. Estas actuaciones no solo reflejan una falta de poder ofensivo, sino también una preocupante incapacidad para responder en momentos clave.

Las cifras no mienten

Los números detrás de este declive son impactantes:

  • 12 carreras en 7 partidos, lo que equivale a un promedio de 1.7 carreras por juego, muy por debajo de los Tigres (29) y los Leones del Escogido (44).
  • En ninguno de sus juegos han anotado carreras después del quinto inning, según datos reportados por Luichy Sánchez.
  • Solo han conectado 10 extrabases en el Round Robin (9 dobles y 1 jonrón), muy lejos de los 129 extrabases que lograron en la temporada regular.
  • Su único cuadrangular hasta ahora provino del bate de Harold Ramírez, en un partido que, irónicamente, representa su única victoria en esta etapa (7-6 frente al Escogido).

La anemia ofensiva de las Águilas no solo afecta su rendimiento en el marcador, sino que también parece estar minando su confianza como equipo.

Yadier Molina: ¿el hombre adecuado?

Cuando se anunció la llegada de Yadier Molina como dirigente de las Águilas Cibaeñas, las expectativas eran altas. Su experiencia como jugador de Grandes Ligas, combinado con su conocimiento del juego y liderazgo natural, lo convertían en una elección lógica para un equipo con aspiraciones al título.

Sin embargo, el desempeño del equipo en el Round Robin ha generado dudas sobre si Molina ha logrado implementar una estrategia efectiva para enfrentar a rivales que han ajustado sus planteamientos tras la fase regular.

Es evidente que Molina no puede batear por sus jugadores, pero su rol en motivar al equipo, hacer ajustes en la alineación y tomar decisiones tácticas es crucial. Si las Águilas quieren evitar un descalabro histórico, será necesario que Molina encuentre la fórmula para despertar a sus bates.

Cada derrota reduce sus posibilidades, y el margen de error es prácticamente inexistente.

¿Qué pueden hacer las Águilas para revertir su destino?

  1. Ajustar la alineación: Jugadores clave como Geraldo Perdomo y Harold Ramírez deben ser ubicados en posiciones estratégicas para maximizar sus oportunidades de impacto.
  2. Recuperar la confianza en los turnos decisivos: El equipo necesita encontrar formas de generar carreras, incluso si eso implica abandonar la dependencia de los jonrones y enfocarse en el juego pequeño (toques de bola, robos de base, etc.).
  3. Fortalecer la mentalidad: En momentos de crisis, el aspecto psicológico puede ser tan importante como el rendimiento en el terreno. Molina debe asumir un rol más proactivo como líder motivacional.
  4. Aprovechar el pitcheo rival: Identificar debilidades en los lanzadores adversarios y explotar esas oportunidades será clave en los próximos enfrentamientos.

 El vuelo más bajo en años

Las Águilas Cibaeñas enfrentan una situación que pocos esperaban al inicio del Round Robin. Con el peso de su historia y una afición que exige excelencia, el equipo tiene la responsabilidad de demostrar que aún queda vida en sus alas.

Si logran levantarse podrían recuperar su identidad como un equipo que nunca se rinde. Pero si continúan en esta tendencia, su temporada podría terminar en uno de los mayores fracasos en la historia reciente del béisbol dominicano.

El tiempo corre, y el reloj para las Águilas parece estar cerca de agotarse.