Si solo participó en las dos primeras ediciones, fue tiempo suficiente para dejar su huella en estas lides como una de las grandes estrellas que han animado los Clásicos Mundiales.

La personalidad de Ichiro Susuki descolla por su propio peso, pues desde su llegada a la Gran Carpa y su consecuente debut con los Marineros, desde ese momento Ichiro fue el símbolo del béisbol japonés en todo el mundo.

Al organizarse el Clásico Mundial, la presencia de Ichiro se imponía y el estelar jugador no defraudó, dijo presente y asumió jalones de capitán, guiando a su equipo hasta la final.

En contexto

La  historia de los Clásicos Mundiales es muy corta aún, apenas se cumplen dieciséis de aquella primera edición en marzo de 2006 pero igual, los momentos memorables en estas citas trascienden el tiempo y dejan su huellas.

Hablamos de momentos memorables y a la mente vienen varias hazañas, como la victoria de México ante Estados Unidos en la edición inaugural.

Aquel triunfo de los aztecas, 2-1 dejó fuera de semifinales al poderoso elenco norteño, conformado por figuras de la talla de Derek Jeter, Chipper Jones y Keen Griffey Jr.

También es preciso mencionar a las estrellas que impusieron si sello particular en la competición y lo hicieron con creces.

Desde Keen Griffey Jr, pasando por el cubano Frederich Cepeda, el venezolano Miguel Cabrera y el boricua Yadiel Molina, para llegar otras vez a Ichiro Susuki; todos estos peloteros han mostrado su mejor versión en estas lides.

El caso de Ichiro cobra un matiz particular pues supo ajustarse muy bien a las dinámicas del Clásico, por ejemplo en la segunda edición, la del 2009, después de irse en blanco en cinco oportunidades contra China, el estelar incremento el número de swings en su práctica de bateo y el resultado no pudo ser mejor, ya contra Taipei comenzó a producir y no paró hasta la final, cuando fue el hombre grande en el partido contra Corea del Sur.

Números

En modo de resumen, tenemos que Ichiro se vistió de largo en 2006 con 364 de average, 12 hits y 5 impulsadas, todo ello en 33 veces al bate.

De igual modo en el segundo Clásico Mundial, su bien descendió su promedio de bateo al compilar 273, igualó la cantidad de imparables con 12 así como arrimó 5 carreras al plato y anotó siete.

Estas cifras traducen en toda la dimensión el legado de Ichiro y si solo se presentó en 2006 y 2009, pues su carrera estaba en la fase final para 2013 y 2017; sus números lo dicen todo…! Arigato Ichiro!