El momento de la verdad ha llegado para muchos equipos en el Beisbol de las Grandes Ligas, con el inicio del mes de septiembre, que siempre suele ser el último y definitivo en la ronda regular y en donde ya se puede notar quienes están en carrera por la clasificación, así como otros que ya piensan en el próximo año.

Por ello, también suele ser el periodo donde se tiene que mostrar la jerarquía y tener el temple para ganar los encuentros y sobre todo ante los rivales directos; acá hablamos nuevamente de los Mets de Nueva York, que si bien han tenido un positivo 2022, al llegar a esta etapa tienden a caer en malas rachas, y justamente se ha notado algo de esto en su última serie ante los Nacionales de Washington.

Todo parecía iniciar de muy buena forma, al ganar en el primer día del mes ante el mejor equipo de toda la MLB, los Dodgers, para luego afrontar una serie de tres juegos ante el conjunto que ostenta el peor registro de todo el certamen, y en donde para sorpresa de muchos, se termina perdiendo los dos últimos choques, algo que no estaba en los planes y que ha encendido algunas alarmas en la ‘Gran Manzana‘.

No solo el hecho de perder ante Washington, sino que solo anotaron 2 carreras en ambos duelos, recibiendo un total de 14, y que solo se pudiera rescatar el retorno del lanzador venezolano Carlos Carrasco, ausente por varios días debido a su lesión en el brazo izquierdo, quién abrió el encuentro de este domingo y al salir manifestaba sentirse bien y sin molestia alguna.

Si nos vamos al día anterior, Max Scherzer tuvo una aceptable apertura en poco más de cinco episodios, pero una fatiga en su costado izquierdo le obligó a abandonar el encuentro antes de lo previsto, algo que pudo aprovechar el rival con un ‘rally‘ de 5 carreras en el último inning ante el ineficaz relevo de Ottavino.

Sin duda, no deja de preocupar la baja ofensiva que ha mostrado este equipo en sus últimos doce juegos, con un muy bajo promedio al bate de .173 con corredores en posición anotadora, por debajo de su habitual 4,5 carreras por juego que arrastraban antes de este último tramo; si a esto le sumamos el buen momento que han seguido teniendo los Bravos de Atlanta, las alarmas no dejarán de sonar.

Justamente, su acérrimo rival de división con su racha de 7-3 en sus recientes 10 compromisos, les ha permitido acercarse a solo un juego en la lucha por la punta de la División Este de la Liga Nacional, y de mantenerse este ritmo son capaces de apoderarse de ese primer lugar; los Mets, en teoría, siguen teniendo la ventaja de enfrentar a rivales con récord por debajo de .500, aunque con lo que se vio ante los Nacionales, ya esto no es garantía.

Solo resta ver si se termina de estabilizar su cuerpo de abridores, de los mejores en todo el torneo, así como la ofensiva y no depender en demasía de lo que hagan sus figuras como Pete Alonso, Francisco Lindor o el dominicano Starling Marte; por ahora, tendrán una importante gira por las ciudades de Pittsburgh y Miami, aún dependiendo de si mismos para conservar su liderato. Todo sigue estando en sus manos.