Lebron James se da en el pecho y levanta las piernas para celebrar después de encestar un triple importante.
Cristiano Ronaldo se remueve la camiseta para celebrar un gol.
Un Juan Soto sonriente baila un poco luego de mirar un pitcheo que termino siendo bola. O su famoso baile,”Soto Shuffles” .
Trevor Bauer guarda su espada luego de ponchar un bateador.
Fernando Tatis Jr. realiza su bat flip luego de conectar un home run importante.
La banca de un equipo de NBA se levanta después de un donqueo de su jugador… y así tenemos cientos de momentos, donde todos tienen algo en común: disfrutan el juego que aman, el público los adora y los fanáticos enloquecen ante dicha acción.
El béisbol un poco tarde, pero ha venido entendiendo que debe atraer los nuevos fanáticos, adaptarse a las épocas como otros deportes que atraen a esa juventud que se van convirtiendo en los principales consumidores.
Como todo en la vida hay personas que no les gusta ciertas celebraciones, sin dudas algunas son más extravagantes que otras y si eres del equipo afectado posiblemente odies ese momento. Todo eso lo respeto y estas en tu derecho a que no te guste, lo que no respeto es que fanáticos, periodistas o deportistas entiendan que la respuesta a esas celebraciones sea el uso de la violencia, en el caso específico del béisbol, que el lanzador de un pelotazo al bateador porque en el turno anterior le conectó un cuadrangular el cuál celebró.
Esos comentarios dejan mucho que desear de esas personas con una actitud antideportiva y que son capaces de otras cosas.
Pero tengo una mala noticia para usted que no le gustan las celebraciones, debo decirle que el deporte sí las necesita, por supuesto dentro del marco del respeto y sin violentar a nadie. El béisbol necesita más jugadores como Marcell Ozuna cuando le conectó el cuadrangular a Yunesky Maya en el béisbol invernal de República Dominicana, con su selfie celebró dicho batazo que puso delante en el marcador a su equipo.
Necesitamos más Yunesky Maya que le respondió con un selfie luego de dominarlo en el siguiente turno, este en vez de hacer uso de lanzamientos violentos que podrían afectar la salud y carrera de Ozuna, prefirió hacer uso de sus armas deportivas y ganar la segunda batalla.
Al otro día, antes del partido Marcell Ozuna y Yunesky Maya estuvieron juntos, compartiendo como si nada había ocurrido.
Al otro día, antes del partido Marcell Ozuna y Yunesky Maya estuvieron juntos, compartiendo como si nada había ocurrido.
Los tiempos cambian, no seas un grinch deportivo, los deportes necesitan alegría, los deportes son alegría.