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Por primera vez en la historia de las Grandes Ligas, un equipo se mide en días consecutivos ante los ganadores del premio Cy Young del año anterior.

Los Boston Red Sox están escribiendo un capítulo inédito en la historia del béisbol de Grandes Ligas, pero no por razones que necesariamente quisieran destacar. En medio de una serie de tensiones internas, el equipo se enfrenta a un reto monumental: enfrentar en partidos consecutivos a los dos actuales ganadores del premio Cy Young, algo que jamás había sucedido en la historia de la MLB.

El primero en la lista es Tarik Skubal, el as zurdo de los Detroit Tigers y actual Cy Young de la Liga Americana, quien se encuentra en uno de los momentos más dominantes de su carrera. El segundo será Chris Sale, veterano lanzador de los Atlanta Braves y Cy Young de la Liga Nacional 2024, quien regresa a Fenway Park, su antiguo hogar, con ganas de demostrar que aún le queda mucho en el tanque.

El reto contra Skubal: un gigante en plena forma

Skubal no solo ganó el Cy Young el año pasado, sino que en 2025 ha continuado con un ritmo arrollador. En sus últimas cinco aperturas ha ponchado a 50 bateadores y apenas ha otorgado una base por bolas. No pierde un juego desde el 2 de abril, y su presencia en el montículo el miércoles representa una amenaza real para un equipo de Boston que ya perdió los dos primeros encuentros de la serie en entradas extras.

Más allá de sus estadísticas, Skubal representa un símbolo de cómo lanzar en la era moderna: control quirúrgico, agresividad desde el primer pitcheo y una presencia dominante que condiciona el enfoque de cualquier ofensiva.

Chris Sale: un reencuentro cargado de emociones

Apenas concluya su duelo contra Skubal, Boston recibirá a Chris Sale, quien desde 2017 hasta 2023 fue uno de los rostros del equipo. Aunque su récord en 2025 (1-3) podría sugerir una baja de nivel, la realidad es que su rendimiento ha sido consistente: no ha permitido más de dos carreras en ninguna de sus últimas cuatro salidas.

La ofensiva inconsistente de Atlanta ha empañado sus números, pero su calidad sigue intacta. Para los bateadores de los Red Sox, volver a enfrentarlo en Fenway no será solo una prueba técnica, sino emocional. Sale conoce cada rincón del estadio y su capacidad para manipular los turnos será una verdadera prueba de temple para el joven lineup de Boston.

Un equipo bajo presión

Lo más preocupante para los Red Sox es el contexto. Más allá de la racha negativa reciente, el equipo atraviesa una tormenta mediática y emocional con la situación de Rafael Devers, estrella del equipo y actual protagonista de múltiples rumores de traspaso. En medio de esa tensión, Boston intenta mantener el enfoque en la contienda por el Este de la Liga Americana, donde los Yankees lideran con firmeza.

El rendimiento en estos dos partidos no solo tendrá consecuencias en la tabla de posiciones, sino también en el ánimo y el rumbo de una ofensiva que ha tenido destellos —como los cuadrangulares de Devers y el aporte de Alex Bregman— pero que carece de consistencia cuando se trata de enfrentar pitcheo élite.

¿Una oportunidad disfrazada?

Pese a lo difícil del panorama, enfrentar a Skubal y Sale en noches consecutivas también puede representar una oportunidad para Boston. Si logran conectar buenos turnos, generar tráfico en las bases y, sobre todo, ganar al menos uno de los dos encuentros, el impulso podría ser el empujón anímico que necesita la plantilla para levantar el vuelo.

En la historia del béisbol, muchos equipos han encontrado su identidad en momentos de máxima dificultad. La pregunta es si estos Red Sox podrán hacer lo mismo ante dos de los mejores lanzadores del planeta.

La historia que están escribiendo los Boston Red Sox esta semana no estaba en los planes. Enfrentar a los dos Cy Young en noches consecutivas es una anécdota histórica, sí, pero que también puede ser un parteaguas para una temporada que amenaza con hundirse en la mediocridad. La pelota está en su campo… y en sus bates.

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