No todo el mundo es Lou Gehrig, ni es capaz de jugar más de 2000 juegos consecutivos, bueno, 2130 para ser exacto y tener una medida cabal; no todo el mundo es así, pero esa forma de ser, de pensar, de actuar, por ende, esa filosofía ganadora si es propia de elencos grandes, como los Yankees de Nueva York.
Y hablo de ellos Yankees, pero pueden ser los Lakers de los Ángeles o el Real Madrid, incluso los Medias Rojas de Boston, los Cardenales de San Luis, hasta Golden State Warriors que es la franquicia que esta de moda ahora mismo con sus cuatro anillos en ocho años y los siete campeonatos que los ubica terceros en el listado histórico detrás de Celtics y Lakers.
Cuestión de identidad
Volviendo a los Yankees y al béisbol, podemos encontrar una especie de sello auténtico en el hecho de que siempre los mejores jugadores han estado allí, en el universo de los Mulos de Manhattan y jugar en los Yankees ha sido un lujo y una bendición para muchos, también fatalidad y mala suerte para otros, pues salir a la grama cada día, formar parte de los 9 jugadores que verán acción es un verdadero desafío.
Hay que estar bien, física y mentalmente para tener opciones con el uniforme a rayas, desde Phil Rizzuto, Yogi Berra, Gehrig, Ruth y Mantle, hasta Jeter, Alex Rodríguez, Mark Texeira y Robinson Canó, por solo citar y hoy no hay excepciones, con Aaron Judge, Giancarlo Stanton, Gleyber Torres y Anthony Rizzo.
Pasado y presente
Cualquier jugador que este en la banca de los Bombarderos, ahora mismo fuera regular en cualquier equipo de Grandes Ligas, pues, por ejemplo, Matt Carpenter, haciendo historia en la franquicia en sus primeros diez juegos, Carpenter tiene que esperar a alguna lesión o a que Aaron Boone decida darle descanso a uno de los titulares.
La competencia siempre es muy alta pero es lo que condiciona precisamente que los Yankees puedan sortear todos los problemas que puedan surgir, pues si un titular cae en slump o debe salir, el otro está listo para asumir protagonismo y lo hace, tal como ocurrió con DJ LeMahieu y el propio Torres, cuando semanas atrás fueron los que tiraron del carro junto a Aaron Judge ante las ausencias de Stanton y Donaldson.
En la cultura popular
El mejor equipo, los mejores jugadores, la mejor afición, todo resumida una cultura y a una visión de futuro, donde el éxito siempre estará garantizado y en un punto como este, ya pensando en 50 victorias en menos de 70 juegos y en mas de 120 al final la campaña regular, en un momento así, con un grupo tan compacto, vendrían uno, dos y tres campeonatos más.
Hablamos de un identidad, construida sobre la base de valores auténticos en los que no hay cabida para lo imposible.