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A lo largo de su carrera, Manny Machado ha sido un emblema de consistencia y determinación en el béisbol. Sin embargo, en las últimas dos temporadas, su rendimiento ha estado condicionado por persistentes problemas físicos, afectando su capacidad para brillar como el estelar antesalista que ha sido por más de una década en las Grandes Ligas. Ahora, de cara a la temporada 2025, Machado parece haber dejado atrás las lesiones y está listo para recuperar su mejor nivel con los Padres de San Diego.

Dos años de lucha contra las lesiones

Hablar de lesiones nunca ha sido del agrado de Machado. Su filosofía siempre ha sido la misma: “Nadie está al 100% durante una temporada de béisbol”. Pero lo cierto es que el dominicano no ha estado ni cerca de su mejor versión en los últimos años.

En 2023, jugó con un dolor intenso en el codo derecho, diagnosticado como codo de tenista. A pesar del malestar, nunca dejó de competir, pero al final de la campaña se sometió a una cirugía en el tendón extensor que comprometió su preparación para el 2024. Arrancó la temporada pasada como bateador designado y tuvo que ser dosificado en la tercera base hasta recuperar fuerza en el brazo.

El impacto de su recuperación se hizo evidente a mitad de la temporada pasada. Aunque no se encontraba al 100%, empezó a recuperar su forma y con ello, el equipo mostró una notable mejoría. Del 19 de junio en adelante, bateó .298/.343/.560 con 23 de sus 29 cuadrangulares del año. En ese mismo lapso, los Padres registraron el mejor récord de las Grandes Ligas con 56 victorias y solo 29 derrotas.

2025: El año de la reivindicación

La preparación de Machado para la temporada 2025 ha sido completamente distinta a la del año anterior. Esta vez, pudo entrenar sin las limitaciones de una rehabilitación y centrarse en fortalecer su físico para afrontar el largo calendario de MLB. El propio jugador ha reconocido la diferencia:

“Fue genial. Pude seguir mi rutina normal del invierno: prepararme, fortalecerme y alistarme para una temporada larga. El año pasado no tuve esa oportunidad y la diferencia se siente”, comentó Machado durante los entrenamientos primaverales en Peoria.

La muestra más evidente de su recuperación se vio el pasado viernes, cuando en su primer turno al bate de la pretemporada, Machado conectó un cuadrangular de 428 pies, enviando la pelota a la mitad de la grama detrás del jardín central del Peoria Sports Complex. Luego, en su siguiente aparición, disparó una sólida línea al jardín derecho, demostrando que su poder y precisión siguen intactos.

“Manny marcó un buen tono”, afirmó el mánager de los Padres, Mike Shildt. “Fueron dos swings muy eficientes”.

El impacto de Machado en los Padres

El liderazgo de Machado en el equipo californiano es incuestionable. Más allá de sus números, su presencia en el campo y su mentalidad competitiva han sido fundamentales para los Padres en los últimos años. Cuando Machado está saludable, San Diego es un equipo con aspiraciones serias.

La interrogante ahora es: ¿qué tan determinante puede ser Machado en 2025 si logra mantenerse sin lesiones? Si tomamos en cuenta su desempeño en 2022, cuando también jugó con molestias en el tobillo pero aún así finalizó segundo en la votación del Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, el techo de su rendimiento sigue siendo alto.

Para los Padres, que han realizado movimientos estratégicos en su roster con el objetivo de ser contendientes, la versión más saludable de Machado podría marcar la diferencia entre una temporada competitiva y una aspiración real al título. En un equipo con figuras como Xander Bogaerts y Fernando Tatis Jr., el dominicano sigue siendo el ancla ofensiva y emocional.

El reto de mantenerse sano

A pesar del optimismo que rodea su estado físico, Machado sabe que en el béisbol no existen garantías. El camino hacia la recuperación total es largo, y cada partido representa un nuevo desafío para su resistencia física. No obstante, su actitud sigue siendo la misma: aceptar los golpes y molestias como parte del juego y seguir adelante sin excusas.

“Definitivamente, es diferente”, concluyó Machado. “Se siente bien. Tuve una muy buena temporada muerta. Obviamente, siempre habrá golpes y molestias. Pero eso es la belleza del béisbol. No lo cambiaría por nada del mundo”.

Con la temporada 2025 en el horizonte, Manny Machado parece listo para volver a ser el jugador que los Padres necesitan. Y esta vez, con la confianza de que su cuerpo finalmente lo respaldará.

 

 

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