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La temporada 2025 de los Toronto Blue Jays comenzó con grandes expectativas tras una millonaria inversión en el mercado de agentes libres, entre ellos el veterano lanzador Max Scherzer. Sin embargo, lo que se perfilaba como un renacer para la franquicia se está convirtiendo en un mar de dudas. Scherzer, quien ha tenido una sola aparición en el montículo este año, continúa aquejado por un problema en el pulgar que lo mantiene alejado de la acción. La reciente noticia de que el lanzador buscará una nueva opinión médica especializada no hace más que intensificar la preocupación.

John Schneider, mánager del equipo, fue directo: “Cuanto más tiempo esté fuera, más tardará en volver… pero lo más importante es hacer las cosas bien desde el principio.” Esa frase resuena con fuerza en un club que busca desesperadamente estabilidad en su rotación abridora.

Scherzer, de 40 años y con múltiples premios Cy Young en su haber, fue colocado en la lista de lesionados el 30 de marzo. Desde entonces, ha intentado mantenerse activo realizando lanzamientos en prácticas, aunque sin una respuesta clara del cuerpo. “Lanzó durante cuatro o cinco días en la carretera, cada uno con distintos niveles de respuesta. Él solo quiere resolverlo”, añadió Schneider.

Su única salida esta temporada fue el 29 de marzo contra los Orioles de Baltimore, donde trabajó tres entradas, permitió tres hits y dos carreras, dejando una efectividad de 6.00. Una muestra muy limitada que dejó más preguntas que respuestas.

Una inversión que peligra

Toronto firmó a Scherzer por un año y 15.5 millones de dólares con la esperanza de que fuera la piedra angular de su rotación y el líder que guiara al equipo de vuelta a los playoffs. El fracaso de 2024, donde terminaron con apenas 74 victorias y fuera de la postemporada, obligó a la directiva a moverse con agresividad.

La apuesta no se limitó al montículo: también se sumó el bateador Anthony Santander para reforzar el poder ofensivo. El objetivo era claro: competir de inmediato en una de las divisiones más exigentes del béisbol.

Sin embargo, el panorama comienza a nublarse. Los Blue Jays llegaron al 15 de abril con un récord de 9-8 y habiendo perdido seis de sus últimos diez compromisos. La rotación, sin Scherzer, ha sido irregular y las dudas sobre su estado físico comienzan a desestabilizar al entorno del club.

El fantasma de las lesiones

No es la primera vez que Scherzer enfrenta complicaciones físicas. En 2024, mientras vestía la camiseta de los Texas Rangers, también lidió con problemas, en aquel entonces en la espalda, que lo limitaron a apenas 10 aperturas (récord de 2-4 y efectividad de 3.95). Su historial reciente sugiere que la durabilidad podría ser una preocupación legítima para Toronto.

A sus 40 años, las molestias no solo significan tiempo fuera del terreno, sino también un proceso de recuperación más largo y menos predecible. Cada semana que pasa sin progresos sólidos acerca más el escenario en el que Scherzer no pueda tener el impacto deseado esta campaña.

Toronto necesita respuestas ya

El equipo canadiense está en plena carrera por la cima del Este de la Liga Americana, y su margen de error es mínimo. Equipos como los Yankees, Orioles y Rays también están en plena forma y tienen menos interrogantes en sus rotaciones. La dependencia de Scherzer era alta, y sin él, la presión recae sobre un grupo de lanzadores que, hasta ahora, ha demostrado ser vulnerable.

Además, la reciente extensión de contrato de Vladimir Guerrero Jr. por $500 millones sitúa a Toronto en una nueva dimensión: ya no se trata solo de competir, sino de justificar una de las nóminas más altas del béisbol con resultados inmediatos.

¿Y ahora qué sigue?

El siguiente paso será decisivo. Si el nuevo especialista confirma que se trata de una lesión más seria de lo esperado, la organización deberá buscar alternativas en el mercado o en sus ligas menores para reforzar la rotación. Las semanas venideras también determinarán si Scherzer puede aportar algo significativo en la segunda mitad de la temporada o si su contratación se convertirá en una decepción mayúscula.

La afición en Toronto aguarda con preocupación. Lo que comenzó con ilusión podría terminar como otro año de frustración si las lesiones vuelven a dictar el destino de su equipo. Max Scherzer, en el ocaso de una brillante carrera, aún podría tener capítulos memorables por escribir… pero el reloj corre, y el pulgar no responde.

MLB