Todos recordarán lo bien que iban los Mets de Nueva York en la temporada 2021 hasta que las lesiones llegaron, eso seguro. Aquello pareció ser más una triquiñuela del destino que algo lógico y de este mundo. Aquel equipo pasó de estar en la cúspide de su división y ser de los principales favoritos para decir presente en los playoffs y posteriormente en la Serie Mundial, a quedarse eliminado en la fase regular teniendo incluso un récord negativo de 77 victorias y 85 derrotas.
Para esta campaña, el club azul y naranja se reforzó todavía más buscando que una situación similar no ocurriera al poseer una nómina más rica y profunda, pero eso ha estado una vez más en entredicho desde antes del comienzo de la presente zafra.
La lesión de Jacob deGrom antes del Opening Day significó tremendo varapalo para la escuadra que pertenece al multimillonario Steve Cohen, pero las malas noticias no acabaron allí.
De baja Mad Max
La principal adquisición de los Mets en la temporada baja, Max Scherzer, arrancó con todo como es de costumbre, mostrando una gran forma física y lanzando primores, hasta que una dolencia en su oblicuo izquierdo lo sacó de los terrenos. Sí, los problemas continuaban para la tropa metropolitana. Los fantasmas del pasado volvían para atormentarlos.
Un susto con olor a debacle
A pesar de no contar con sus 2 joyas del pitcheo, los de Queens han logrado salir adelante y se mantienen como sólidos líderes de la División Este de la Liga Nacional con foja de 38-21, 7 juegos de diferencia por encima de los actuales campeones de la MLB, los Bravos de Atlanta, y 9.5 juegos sobre los Phillies de Philadelphia.
Sin embargo, el día martes frente a los Padres de San Diego, 2 hechos aislados le crisparon los pelos a la gerencia del club y seguramente al mánager Buck Showalter y a toda la fanaticada del elenco neoyorquino.
En el primer episodio, el jardinero dominicano Starling Marte intentó robarse la segunda almohadilla y tras un deslizamiento de manos, presentó molestias en su cuádriceps izquierdo, motivo por el que tuvo que abandonar el encuentro.
Más tarde, en la segunda entrada, Pete Alonso resultó golpeado por el abridor de los Frailes, Yu Darvish, en su mano derecha y también se vio obligado a salir del cotejo.
Se temía lo peor y parecía que la nube gris de las lesiones se volvería a posar sobre los Mets, pero bien dice un dicho que “donde hay vida, hay esperanza”.
La luz al final del túnel
Aunque no fueron alineados ayer, los reportes médicos indican que tanto el golpe que sufrió Alonso como la dolencia que sintió Marte no son de gravedad. En el caso de El Oso Polar no hay fractura ni fisura alguna en su mano, mientras que en el caso de Starling, fue solo una rigidez menor. Por lo que se espera que mañana sean de la partida frente a los Angelinos de los Ángeles.
Esta vez la suerte se puso del lado del cuadro de Nueva York.