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La derrota en el Juego 2 de la Serie Divisional de la Liga Nacional ante los Filis ha dejado una incógnita en el bullpen de los Mets de Nueva York. Edwin Díaz, el cerrador que había sido una pieza clave para el equipo en temporadas anteriores, no ha logrado replicar su nivel de éxito en 2024. El desempeño en el partido contra Filadelfia fue un reflejo de las dificultades que ha enfrentado a lo largo del año. , y la intervención de Carlos Mendoza tras el partido sugiere que el manejo de Díaz podría ser clave para el futuro inmediato del equipo.
Díaz, quien comenzó la octava entrada dominando a Trea Turner con un ponche, confesó que no atacó a Bryce Harper de la misma manera, lo que resultó en una seguidilla de errores que desembocaron en una serie de hits, una base por bolas y, eventualmente , tres carreras limpias. Esa inseguridad terminó por costarle a los Mets una ventaja crucial y aumentó las alarmas en el cuerpo técnico, especialmente en Mendoza, quien manifestó la necesidad de ser más cauto con el uso de su cerrador estrella en lo que queda de los playoffs.
La incertidumbre en el bullpen
A lo largo de la temporada, el bullpen de los Mets ha sido una de sus principales debilidades. Aunque Díaz, con 30 años, todavía tiene destellos de su mejor forma, el 2024 ha sido probablemente su peor campaña desde que llegó a las Grandes Ligas. El agotamiento físico y mental parece haber pasado factura, y la administración de sus entradas en momentos críticos, como en el Juego 2, se ha convertido en un tema delicado. Mendoza mencionó en una entrevista que, durante todo el año, ha tratado de cuidar el brazo de Díaz, limitando sus salidas para mantener fresco de cara a la postemporada. Sin embargo, la falta de ritmo y confianza ha sido evidente.
“No se trata solo de la cantidad de outs que pueda darnos, sino de en qué momento del juego los va a hacer. Hay días en que quizás solo necesite 4 outs, pero si los bateadores más peligrosos están al frente, podría ser en la séptima u octava entrada”, explicó Mendoza. Esta declaración refleja una estrategia flexible y adaptable que, aunque bien intencionada, no ha dado los frutos esperados.
El triple de Bryson Stott en la octava entrada fue el punto de inflexión del partido, y la elección de Díaz para enfrentar a los bateadores en ese momento puede haber sido el error más costoso. La falta de otros relevistas de alta confianza disponibles forzó la mano de Mendoza, quien, en retrospectiva, reconoció que quizás haya sido un riesgo innecesario.
El dilema de la gestión de un cerrador en crisis
La caída en el rendimiento de Díaz este año plantea un debate sobre cómo deben manejarse los relevistas de élite que han perdido consistencia. Por un lado, su experiencia y capacidad probadas sugieren que es capaz de sobreponerse a momentos de crisis. Por otro lado, la realidad es que no ha sido el mismo lanzador dominante de años anteriores, y la falta de consistencia no puede ignorarse.
Mendoza, al igual que muchos gerentes, se enfrenta a la difícil tarea de equilibrar la confianza en sus jugadores veteranos con la necesidad de resultados inmediatos. Los playoffs no permiten margen de error, y las decisiones sobre el bullpen suelen ser determinantes para avanzar o quedarse en el camino. La decisión de utilizar a Díaz en la octava entrada, en lugar de preservarlo para una situación de salvamento en la novena, pudo haber sido una apuesta mal calculada, considerando su inestable forma reciente.
Con el Juego 3 en puerta, los Mets deben tomar decisiones cruciales sobre cómo manejar su bullpen, y Edwin Díaz está en el centro de esa estrategia. El gerente Carlos Mendoza ha dejado claro que la comunicación con su cerrado será clave en los próximos juegos, asegurándose de que Díaz se sienta confiado y en condiciones de afrontar las situaciones más difíciles.
El escenario actual exige no solo cautela, sino también una evaluación constante de las capacidades del equipo para manejar la presión. En este punto, la pregunta clave es si los Mets pueden confiar en que Díaz recupere su mejor versión a tiempo para salvar la serie, o si será necesario buscar alternativas en momentos de alto riesgo. Mendoza tendrá que sopesar cuidadosamente cada movimiento, ya que un error más podría costarles la temporada.
Los Mets se enfrentan ahora al tercer partido de la serie, con la esperanza de que Díaz pueda superar sus fantasmas recientes y recuperar su rol como la ancla del bullpen. Mientras tanto, los Filis, liderados por un inspirado Harper, buscarán capitalizar cualquier signo de debilidad en el equipo de Nueva York. Lo que está en juego no es solo un puesto en la siguiente ronda, sino también la reputación de un cerrador que, aunque ha sido una estrella, atraviesa uno de los momentos más críticos de su carrera.