Miguel Andújar es uno de los peloteros dominicanos más talentosos que existe, eso ni que decirlo. Lo ha demostrado una y otra vez en los diferentes donde ha jugado, desde las categorías menores del béisbol organizado en los Estados Unidos hasta la pelota invernal de su país.
Sus números lo respaldan y cada vez que ha saltado al terreno, su talento ha hablado por sí solo. Aunque su defensa no es de las mejores, su bate jamás lo ha dejado mal parado y ha recibido elogios de todo tipo. Aun así, nada parecer ser suficiente.
A día de hoy, el oriundo de San Cristóbal sigue sin poder establecerse en la MLB, y tal parece que el tiempo comienza a agotarse. Por más que se encuentre en excelentes condiciones físicas, hay que reconocer que 27 años no son pocos para emprender una travesía casi desde cero en las Grandes Ligas.
Ninguneado una vez más
Su participación en 6 zafras distintas de Las Mayores puede parecer mucho, pero no es así. La verdad es que los Yankees de Nueva York no han contado con él para el equipo grande desde hace bastante, concretamente desde el 2018 cuando participó en 149 juegos durante la temporada regular y fue segundo en la votación al premio Novato del Año de la Liga Americana.
Ahora, si no lo necesitan, ¿Para qué lo siguen teniendo? ¿No sería mejor cambiarlo? Es la eterna interrogante que los Mulos del Bronx no acaban respondiendo jamás respecto al utility quisqueyano.
La última noticia sobre Andújar fue demoledora, aunque se veía venir. Luego de actuar en 2 juegos con los Bombarderos y batear de 5-2 con una carrera anotada, fue uno de los elegidos para ir a Triple A en lo que significó la reducción de la nómina de 28 a 26 toleteros.
Según los números, no lo merece
Lo que le acontece a Miguel no parece ser justo desde ningún punto de vista. En las últimas 3 campañas de la Gran Carpa, incluyendo la actual, su línea de bateo es de .253/.285/.376, con 7 cuadrangulares, 17 carreras impulsadas y 25 anotadas.
Si tomamos en consideración que no ha tenido ritmo competitivo, estas son estadísticas más que decentes para ser un grandesligas de todos los días.
Incluso, si se va más allá se puede notar que el nivel de Triple A se le quedó corto desde hace mucho tiempo. Cuando estuvo en esa categoría en 2017, su promedio de bateo fue de .317, mientras que en 2021 fue de .333. Si combinamos ambas incursiones, obtendremos un total de 14 vuelacercas, 43 rayitas remolcadas y 49 anotaciones en 74 compromisos. ¿Qué más se le puede pedir?
Su caso es a decir verdad, muy preocupante. Si con todo lo hecho hasta ahora no le dan la oportunidad de ser un ligamayorista, puede que de aquí en adelante jamás se la den.