Han sido días particulares fuera del terreno de juego para los Mets de Nueva York. Durante la semana pasada, el boricua Francisco Lindor se golpeó una mano con una puerta de hotel, que le provocó una fractura en la punta del dedo medio, y días después, se conoció que Max Scherzer lo mordió su perro en la mano que lanza.
El diestro ha estado en la lista de lesionado desde el 18 de mayo cuando sufrió un tirón en el oblicuo y no regresaría a la acción sino hasta finales de junio. A pesar de que los medios de comunicación anunciaron había una nueva lesión del estelar lanzador, éste aclaró que la mordida no iba a retroceder su fecha de retorno a las Grandes Ligas.
Solo minutos después de que la prensa difundiera la situación de Scherzer con su mascota, el serpentinero dio detalles en sus redes sociales sobre lo que en realidad había pasado con su perrita “Rafi”.
En el tweet, el pitcher comunicó que su perro estaba aullando de dolor tras lastimarse una de sus patas al correr, éste intentó calmarla colocando sus brazos sobre ella y fue allí cuando mordió su mano derecha. Además de eso, agregó que la mordida no era un gran problema dando a conocer que solo se tomó un día libre y al siguiente ya podía hacer lanzamientos.
Scherzer dejó en claro que este episodio que sufrió con su mascota no iba a alargar sus días en la lista de lesionados y que el día de su regreso se mantenía igual. El estelar se encuentra incapacitado por 15 días debido a dolencias oblicuo.
Ante de lesionarse, el lanzador estaba teniendo un gran inicio de campaña al registrar cinco ganados y un revés, 59 ponches, o.96 de WHIP y 2.54 de efectividad en 49.2 innings de labor.
A pesar de la baja tan sensible, los Mets se mantienen liderando la División Este en la Liga Nacional con récord de 37 victorias y 19 caídas, en 56 encuentros disputados.
La escuadra de Queens espera contar con el lanzador para finales del mes junio o inicios de julio, quien es parte fundamental en la rotación de los de Nueva York, que aún no han podido contar en la temporada con otra de sus grandes piezas en el montículo como lo es Jacob deGrom.