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La Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) es conocida por su apasionante competición, pero detrás de la acción en el campo hay un mundo de profesionales que trabajan para llevar la emoción a los hogares de los fanáticos. Entre ellos, los narradores y comentaristas juegan un papel crucial, y sus remuneraciones varían significativamente según el equipo y su experiencia.

“En LIDOM pagan muy poco”

Juan José Rodríguez, un veterano de la narración deportiva con más de tres décadas de experiencia, ha sido una voz emblemática en la pelota invernal dominicana. Sin embargo, desde hace tres años, su presencia se ha desvanecido del panorama de LIDOM. Según Rodríguez, la razón es clara: los bajos salarios que se pagan a los narradores en la liga.

La polémica sobre los salarios de los narradores y comentaristas de Lidom ha vuelto a cobrar fuerza. El reputado cronista Juan José Rodríguez, conocido por su franqueza y autoridad en el tema, ha encendido la alarma al calificar los pagos en la liga como “muy pobres”. Esta declaración ha provocado un revuelo entre los expertos, quienes ofrecen sus perspectivas sobre esta problemática que parece no tener una solución a corto plazo.

¿Cuánto se paga realmente?

La declaración de Rodríguez pone en el centro del debate las tarifas que se pagan a los narradores y comentaristas en LIDOM. A pesar de la pasión y la dedicación que estos profesionales ponen en su trabajo, las remuneraciones parecen no estar a la altura de sus expectativas.

La Variedad en los Pagos

La estructura de pagos para los narradores de LIDOM es diversa y puede incluir tarifas por juego o salarios fijos por temporada. Este sistema depende en gran medida del renombre y la experiencia del narrador, lo que genera una brecha considerable en las remuneraciones.

Águilas Cibaeñas

Para los narradores de las Águilas, el pago por juego puede oscilar entre 4,000 y 7,000 pesos, alcanzando hasta 10,000 pesos para los más cotizados. Además, algunos veteranos tienen contratos que cubren toda la temporada, lo que les garantiza ingresos más estables, aunque no necesariamente elevados, considerando el número de juegos.

Tigres del Licey

El Licey ofrece un esquema mixto. Los salarios por temporada pueden llegar hasta los 50,000 pesos, pero también hay pagos por juego, similares a los de las Águilas. En el pasado, comentaristas de renombre, como el fallecido Tomás Troncoso, recibían contratos plurianuales, lo que aseguraba su permanencia y estabilidad económica.

Leones del Escogido

Los Leones prefieren pagos mensuales, con tarifas por juego que varían entre 5,000 y 8,000 pesos, dependiendo de la experiencia del narrador. Aquellos con un historial destacado pueden ganar más, lo que refleja el valor que el equipo asigna a la calidad de la narración.

Estrellas Orientales

Las Estrellas también pagan mensualmente, con tarifas por juego alrededor de 6,000 pesos. Los veteranos y aquellos que desempeñan múltiples roles dentro del equipo pueden tener acuerdos más lucrativos, lo que les permite complementar sus ingresos.

Toros del Este

Los Toros adoptan un enfoque más contractual, ofreciendo salarios mensuales entre 30,000 y 50,000 pesos. Este modelo es beneficioso para aquellos que buscan estabilidad a lo largo de la temporada, independientemente del desempeño del equipo.

Gigantes del Cibao

Los Gigantes, siendo un equipo del interior, ofrecen hasta 10,000 pesos por juego para narradores destacados. Además, proporcionan facilidades como hotel, viáticos y combustible para aquellos que no residen en San Francisco de Macorís, mostrando una apreciación por el talento externo.

Modelos de pago en Lidom: ¿Justicia o desigualdad?

En Lidom, los pagos a los narradores y comentaristas varían significativamente. En muchos casos, se paga una tarifa por juego, mientras que en otros, se abarca toda la temporada, incluyendo la serie regular, las semifinales o round robin, y la final.

Además, existe el formato de tarifas o salarios fijos por toda la temporada, destinado principalmente a aquellos con experiencia y renombre en el ámbito. Incluso, algunos veteranos tienen acuerdos que les aseguran ingresos por toda la campaña, independientemente del desempeño del equipo. Sin embargo, en un calendario de 25 juegos de serie regular, más 9 de round robin y un máximo de 4 en la final, los periodistas reúnen poco dinero. Las Águilas pagan cada quincena, mientras que otros equipos realizan pagos mensuales.

La Liga y su Departamento de Prensa

A nivel de liga, LIDOM tiene su propio equipo de prensa, con salarios que pueden llegar hasta 100,000 pesos mensuales. Estos empleados fijos desempeñan un papel esencial en la cobertura mediática y la gestión de la comunicación, asegurando que los fanáticos estén siempre informados.

Comparación con otras ligas y países

La comparación con las remuneraciones de narradores en otras ligas profesionales, tanto nacionales como internacionales, revela una gran disparidad. En Estados Unidos y Europa, los narradores deportivos suelen recibir salarios mucho más elevados, reflejando tanto el mercado más grande como el mayor reconocimiento de su labor.

Un clamor generalizado

La queja de Rodríguez no es aislada. Américo Celado, Américo Cabrera, Amos Anglada y Tabaré Peña, figuras prominentes en el mundo del periodismo deportivo dominicano, han compartido sus opiniones sobre la situación actual de los narradores en Lidom.

Américo Celado: La necesidad de un cambio estructural

Américo Celado, presidente de la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo, reconoce la precariedad de los salarios y subraya la falta de unidad entre los profesionales del micrófono. “Cuando asumí la presidencia hace dos años, mi objetivo era mejorar los salarios, pero no he recibido suficiente apoyo de mis colegas”, admite Celado.

Celado destaca que la preparación y el desempeño de los narradores y comentaristas deben ser recompensados adecuadamente. “El salario ha mejorado, pero no lo suficiente. La narración y el comentario requieren preparación previa, y eso tiene un costo”. Sin embargo, el presidente de la asociación también reconoce la complejidad del problema debido a la naturaleza privada de Lidom y la negociación individual de los contratos.

Américo Cabrera: La realidad de las negociaciones individuales

Américo Cabrera, presidente de los cronistas de Santiago, comparte la misma preocupación. Sin embargo, enfatiza que los cronistas deben acercarse a la asociación para buscar apoyo. “Como ACDS, defendemos a nuestros miembros siempre que se acerquen al comité ejecutivo. Hasta ahora, ningún socio que trabaja con las Águilas se ha acercado”, explica Cabrera.

Cabrera también señala la limitación de presionar a una empresa privada para que aumente los salarios. “Cada cronista trabaja por el monto que entiende que las Águilas pueden pagarle”, añade, resaltando la naturaleza individual de las negociaciones.

Tabaré Peña: Un salario denigrante

Tabaré Peña, presidente de la ACD de San Francisco de Macorís, respalda la queja de Rodríguez y va más allá al calificar los salarios como “denigrantes”. Para Peña, la declaración de Rodríguez es un reflejo de una realidad que debe cambiar. Sin embargo, al igual que sus colegas, reconoce las dificultades de alterar un sistema basado en negociaciones individuales.

Amos Anglada: Complementar ingresos, no vivir de la pelota

Amos Anglada, presidente en funciones de la ACD de La Romana, ofrece una perspectiva pragmática. “Es un hecho que en Lidom no se puede pensar en vivir de la pelota. Se aprovecha la temporada para complementar algunos planes”, comenta Anglada. Según él, aunque se puede generar hasta 200,000 pesos en una campaña, esto no es suficiente para vivir exclusivamente de la narración y el comentario en Lidom.

¿Qué se puede hacer?

Rodríguez sugiere que para mejorar la situación, los narradores y comentaristas deben unirse para exigir contratos multianuales con sumas de dinero más respetables y pactos garantizados. Además, es crucial que estos profesionales sean considerados empleados de tiempo completo y coticen en el sistema de seguridad social, asegurando así su bienestar y estabilidad financiera.

La solución a esta problemática no es sencilla. Los expertos coinciden en que mejorar los salarios requiere un cambio estructural en la forma en que se negocian los contratos. Celado propone la creación de condiciones para un acercamiento con la liga y establecer conversaciones francas para mejorar las condiciones de los narradores y comentaristas.

Sin embargo, hasta que no haya una unidad entre los profesionales del micrófono y un cambio en la estructura de negociación, las quejas de Rodríguez y sus colegas seguirán resonando sin una solución clara. Los narradores y comentaristas, cuya pasión y dedicación son innegables, merecen una remuneración justa que refleje el valor de su trabajo en la pelota invernal dominicana.

La voz de Juan José Rodríguez resuena como un llamado de atención sobre las condiciones laborales en LIDOM. Mientras los fanáticos disfrutan de cada jugada narrada con pasión y profesionalismo, es fundamental reconocer y valorar adecuadamente a quienes hacen posible esta experiencia. La pelota invernal dominicana, con su gran audiencia y fervor, merece narradores bien remunerados que puedan dedicarse plenamente a su arte sin preocupaciones económicas.

Reflexiones Finales

La voz de Juan José Rodríguez ha abierto un debate necesario sobre las condiciones laborales en Lidom. Mientras los fanáticos disfrutan de cada juego narrado con pasión y profesionalismo, es fundamental que se reconozca y valore adecuadamente a quienes hacen posible esta experiencia. Los expertos han hablado, y ahora es el turno de la liga y los equipos de escuchar y actuar para asegurar un futuro más justo para todos los profesionales del micrófono en la pelota invernal dominicana.

La disparidad en los pagos a narradores y comentaristas en LIDOM refleja no solo la importancia del talento individual sino también las diferentes estrategias de cada equipo para asegurar una narración de calidad. Mientras que algunos equipos prefieren pagos por juego, otros apuestan por la estabilidad a través de contratos de temporada completa. En cualquier caso, el papel de estos profesionales sigue siendo vital para mantener la pasión y la emoción del béisbol dominicano viva en cada rincón del país.

La transparencia en estos pagos sigue siendo limitada, con muchos detalles considerados como asuntos privados. Sin embargo, la información disponible nos permite apreciar el esfuerzo y la dedicación de aquellos que, con su voz, enriquecen la experiencia del béisbol en la República Dominicana.