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¿Qué pasa con Gary Sánchez? ¿Se le acabó la gasolina?, son algunas de las preguntas que se hacen los amantes del béisbol, tras algunos baches en las últimas semanas y la prolongación de un slump ofensivo, para el dominicano.
Estuvo en Los Mets y su trabajo no impactó, bateando sólo un hit en seis turnos, Los metropolitanos no esperaron mucho, simplemente decidieron dejarlo ir ya que, apostaron al material de finca en la posición número dos.
Sin embargo, Los Padres de San Diego fueron en busca de la máscara dominicana y le ofrecieron una oportunidad la cual fue aprovechada rápidamente e impactó grandemente en el mismo, con una frecuencia de
Los números en San Diego
Gary ha puesto números de poder en su nueva casa, con seis cuadrangulares, desde que llegó al Oeste de la Liga Nacional, sin embargo, su promedio de bateo languidece lo que ha sido un problema común en el bateador.
El ex Yankee, batea .183 en San Diego y los Mets, con un OBP de .234, ayudando un OPS de .699, que es su mejor presentación.
Ocho extrabases, han sido los aportes de Gary a su nuevo equipo, donde ha hecho grupo con Fernando Tatis Jr, Manny Machado, Juan Soto, Nelson Cruz, entre otros dominicanos, que coinciden en el equipo.
El slump de Gary Sánchez
Gary Sánchez enfrenta su primer gran slump de la temporada tras su llegada a los Padres de San Diego y es que el mes de junio, se ha convertido en una pesadilla para Gary.
No ha conectado de hit en los partidos del 14 al 21 de junio, con cinco ponches, en este tramo de juego.
Gary Sánchez
¡No hay tiempo Gary, debes empezar a batear¡
Lamentablemente, para Gary Sánchez, no hay tiempo, su carrera exige una repuntada inmediata debido a que el juego ha cambiado, no hay tiempo para esperar que un receptor sin defensiva empiece a batear.
El tiempo de Gary es poco, ya que, su status en Grandes Ligas, se ha ido perdiendo tras perder su potente ofensiva mostrada en los primeros años para Yankees de New York.
¨El Kraken¨ está obligado a despertar, una caída más puede ser fatal en su deseo de mantenerse en el equipo y en la liga. Su apoyo debe seguir siendo su poder y evitar que la pálida ofensiva de San Diego le contagie y le haga morir como pelotero.