En la mayoría de los deportes, y principalmente en el béisbol, existe la tradición de que quienes son entrenadores alguna vez fueron figuras de esa disciplina como atletas principales de la misma. Es algo muy extendido y de lo cual hay ejemplo a raudales, por lo que seguramente no es sencillo triunfar sin un pasado como jugador o participante que sirva de respaldo.

Sin embargo, hay casos excepcionales como por ejemplo, el del director técnico José Mourinho, quien logró llegar a la élite del balompié y triunfar a pesar de que jamás vistió pantalones cortos ni portó zapatillas de fútbol. Pero, ¿Hay casos así en el juego de las bolas y los strikes? Sí, muy pocos, pero quizás el más notorio en la actualidad sea el de Oliver Mármol.

Norteamericano de nacimiento pero de raza y casta dominicana, este hombre de apenas 36 años de edad ha sabido hacerse hueco en el mundo de los dugouts. Todo esto a pesar de solo haber llegado al nivel Clase A+ como toletero activo, justo antes de decidir dar un paso al costado para intentarlo como timonel.

Esto ocurrió en el año 2010, cuando consideró que ser infielder no era lo suyo, sino dirigir toda una plantilla. Ya para el 2011 encontró trabajo como entrenador de bateo de los Gulf Coast Cardinals de la Gulf Coast League y jamás se detuvo.

Un camino muy largo

Tras su primera experiencia como coach ofensivo, le llegó una oportunidad como mandamás en los Johnson City Cardinals de la Appalachian League, a los cuales logró llevar a la postemporada. En 2013, guio a los State College Spikes de la New York-Penn League y en 2014, volvió al nivel colegial donde estuvo como jugador para hacer campeona de liga a esa escuadra.

Para el 2015, ya manejaba los hilos de los Palm Beach Cardinals, elenco donde vivió su última experiencia como beisbolista. Permaneció allí hasta el 2016.

En 2017, dio el gran salto. Pasó a ser coach de primera base de los Cardenales de San Luis, de la mano del mánager Mike Matheny. Par de años más tarde fue movido a coach de banca y finalmente el 25 de octubre del año pasado los Cards lo anunciaron como su estratega.

Una travesía enorme, pero que sin dudas valió la pena recorrer, dado el éxito del que disfruta en esta época.

Momento de brillar

Muchos eran los que dudaban de que fuera una buena idea colocarle como guía de una novena tan laureada, con tanto pasado y con una afición tan exigente. Sin embargo, Mármol les cerró la boca a todos. Con un juego dinámico, decisiones que tenían inmerso un enorme carácter y una madurez increíble, le devolvió la gloria del banderín de la División Central a la franquicia de los Pájaros Rojos, algo que no conseguían desde hacía 3 años.

Con un récord de 90 victorias y 65 derrotas, Oliver se convirtió en apenas el cuarto mánager en la historia de los Cardenales que logra el banderín en su año de debut. ¿El último en lograrlo? El hombre que lo llevó al equipo grande: Mike Matheny. Como si fuera cosa del destino, Mármol emuló a quien fue su tutor.

¿Se conformará con esto o irá a por más el dominicano? No vale la pena ni preguntarlo, porque seguramente la realidad es que tiene hambre de victoria e irá por ella en cuanto arranque la postemporada.