Desde su llegada a las Mayores el dominicano Oneil Cruz impresionó no solo a la afición de los Piratas de Pittsburg sino también a gran parte de los expertos y seguidores del Mejor Béisbol a nivel Mundial.

Hasta el momento el joven de apenas 23 años  suma ocho vuelacercas en la presente temporada, además de registrar 27 carreras impulsadas, 20  anotadas, cinco bases robadas y promedio ofensivo de .213.

Pero lo llamativo del campo corto no es quizás su registro en average, sino la potencia con la que está golpeando en cada turno las esféricas, siendo un ejemplo de esto su más reciente bambinazo frente al mismísimo Corbin Burnes.

Al concluir el encuentro el novato comentó sobre este turno: “Mi mentalidad es nunca preocuparme realmente por quién está lanzando o quién está en el montículo. Para ser honesto contigo, mi mente siempre ha sido: ‘Mira la pelota, golpea la pelota con fuerza’. Realmente no importa quién esté en el montículo. Realmente no trato de centrarme en eso. Solo para asegurarme de ver un buen lanzamiento y balancearme con fuerza en él”.

Desde que Statcast en 2015 comenzó a medir la potencia en el swing Cruz suma los dos hits más duros para un jugador que vista los colores de los Piratas. El primero de ellos ocurrió durante su debut en Grandes Ligas la pasada campaña cuando castigó un envió con una velocidad en su swing de 118.2 MPH, registró que superó hace solo unas jornadas con imparable a 118.4 MPH.

Si al iniciar este trabajo solo hubiera hecho énfasis en las velocidades del swing, seguro vendrían a su mente  los nombres de hombres como Aaron Judge, Pete Alonso, Giancarlo Stanton, Juan Soto o el propio  Shohei Ohtani, jugadores que a diario llenan las líneas de los diarios por sus conexiones, pero no, en esta oportunidad Oneil Cruz se llevó los titulares pues lo que va logrando está a la altura de estas súper estrellas.

La potencia en su swing se traduce en conexiones capaces de sobrepasar los 430 pies, exactamente 434, que fueron los recorridos por su cuadrangular el pasado miércoles, cuando la pelota se estrelló contra el techo del jardín central.

¿Pero será capaz de superar esta marca? Por lo pronto su objetivo es golpearla aún más lejos y poner un bambinazo sobre el techo del bar según declaro.