Oneil Cruz sigue siendo uno de los bates más peligrosos de los Piratas de Pittsburgh.  El toletero dominicano que este año está sonando los batazos más fuertes sonó su segundo chocolate a las gradas.

Cruz dio una dura centella por el jardín central y la mandó al agua de PNC Park del estadio que está en el norte de los Estados Unidos en el estado de Pensilvania.

De acuerdo a las proyecciones que realiza MLB el tablazo que pegó en la noche de este jueves 30 de junio fue enviada a unos 431 pies. Un sólido golpe que lo conectó a más de 110.6 millas por hora.

Cruz ha sido uno de los jugadores de los bucaneros que más duro le pega a la blanca pelota.