“A Fernando le salió un hongo en el cuello por un cerquillo y por eso compró un spray para lidiar con ello. No vió lo que contenía y por eso dio positivo. Creo que es un error que se podía manejar, no era la forma para destruir la imagen de un jugador por una tontería, por una sencillez como esa“.
Esas fueron las declaraciones de Fernando Tatis Sr. en el Show del Medio Día al explicar la situación de su hijo, Fernando Tatis Jr. , quien fue suspendido por 80 partidos al dar positivo a Clestobol, un esteroide anabólico.
Las declaraciones de Tatis padre son sumamente desacertadas e imprudentes más al tratarse de un ex-jugador.
Él más que muchos conoce la rigurosidad del sistema anti-dopaje de MLB, misma con la que tuvo que lidiar durante los últimos 5 años de su carrera. Es ilógico pensar que MLB tiraría piedras hacia su propio tejado, es la misma industria que habían adoptado a Fernando Tatis Jr como la principal cara de su liga junto a Shohei Ohtani. A MLB no le conviene la suspensión de una de sus principales figuras pero la justicia se trata de no hacer distinción entre los seres humanos, sino regir a todos bajo la mismas reglas sin excepciones.
Fernando Tatis Jr no es Jesús para recibir un tato diferente al de cientos de peloteros que probablemente sin la intención de hacer trampa han sido irresponsables al cometer descuidos con sustancias que beben, comen, se untan o inyectan.
La responsabilidad de un pelotero es mayor a la del ser humano común igual como en sentido económico son privilegiados. Aunque sea una simple pero costoso descuido, Tatis Jr ha perdido el derecho del beneficio de la duda. Tanto él como su padre, trataron de desmentir y hacer lucir como inepta a la prensa deportiva dominicana al mentir sobre un accidente en motocicleta que eventualmente tuvo que admitir por una fractura en su muñeca provocada por aquel evento que le impidió jugar esta temporada previo a la suspensión.
Luego de ofrecer sus disculpas y de aceptar su error en un comunicado, al campocorto dominicano le conviene andar bajo perfil y con humildad aguantar los comentarios provocados por su error. Lamentablemente, su padre no lo ayuda en dicha tarea al expresar declaraciones que rayan en lo insólito y en lo ridículo.
Tatis ha manejado mucho hasta ahora aquí, y no ha estado a la altura del estándar que se impuso durante los primeros años en la organización. Estas serán cosas de las que tendrá que hablar con su equipo. Lo más importante es salir y aprender de ello. Y se ha puesto mucho en su plato a una edad temprana; ha manejado mucho. Ahora tiene que aprender de estas últimas dos situaciones. Levantarse, resurgir y reivindicarse como lo ha logrado Nelson Cruz, considerado hoy un modelo a seguir.