La periodista Kelsey Wingert, reportera de AT&T Sportsnet, confirmó en sus redes sociales que se está recuperando, luego de ser impactada por una línea en la cabeza durante un juego realizado esta semana entre los Rockies de Colorado y los Gigantes de San Francisco ambos contendores de la división del Oeste de la Liga Nacional.

“Me pegó en la cabeza una línea a 95 mph”, tuiteó este jueves 19 de mayo Wingert, junto con una foto que mostraba varios puntos de sutura que se le colocaron en la frente según reseñó la agencia AP.

 

La cronista, quien cubre a los Rockies de Colorado, estaba sentada el lunes por la noche junto a la cámara, más allá del dugout de los Rockies, por el lado de la primera base.

En la que Austin Slater, jardinero de los Gigantes, conectó un batazo de foul ante el relevista Daniel Bard, y la pelota terminó golpeando a Wingert.

Mediante Twitter, Wingert dijo que pasó cinco horas en un hospital, donde los análisis descartaron fracturas o hemorragias internas.

De cualquier modo, fue necesario colocarle “suturas internas y externas”, relató.

Wingert fue golpeada por otra pelota de foul en 2018, cuando cubría a los Bravos de Atlanta para Fox Sports South. Sufrió una fractura del hueso orbital derecho cuando fue alcanzada por una pelota que conectó de foul el venezolano Odúbel Herrera, de los Filis de Filadelfia acotó AP.

Sin embargo, por mala fortuna de Wingert  fue nuevamente impactada por una pelota con gran fuerza que habría dejado noqueada hasta la persona más fuerte.

Wingert a pesar del impacto mantuvo el buen ánimo e el club house de los rocayosos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las Grandes Ligas año a año han trabajado en la seguridad de los asistentes a los juegos de béisbol. Desde hace varias campañas atrás las gradas están completamente cubiertas de una malla protectora para que las pelotas eviten ser impactadas por los fanáticos.

Precisamente en la temporada de 2015-2016 en la que MLB envió una recomendación a sus 30 franquicias para que hicieran caso de lo mismo. Los clubes no tuvieron más remedio que suscribirse por el bien de todos.