Bates con corcho, apuestas y hasta acusaciones de abuso sexual y bien podríamos hablar del demonio Pete Rose, de Judas, de gran decepción pues no hay quizás en la historia moderna del béisbol un hombre tan polémico como él.

Para encontrar la analogía perfecta en este caso, habría que remontarse a comienzos del siglo XX, cuando el controversial Ty Cobb marcó época en el diamante y más allá, caracterizado por la xenofobia, el alcohol y la mala vida.

Historias cruzadas

Dos historias, Ty Cobb y Pete Rose, Pete Rose y Ty Cobb, dos historias que pudieron ser una y lo fueron, se cruzaron hace ya 37 años, un 11 de septiembre para ser exacto.

En esa jornada, cuatro años después de batir el récord de hits de la Liga Nacional en poder de Stan Musial, Pete Rose eclipsó de modo oficial la marca histórica de imparables en Grandes Ligas, cuando frente al lanzador Eric Show de los Padres de San Diego alcanzaba los 4192 indiscutibles; tal como lo reseña MLB.com.

Cincuenta y siete años después

Tuvieron que pasar 57 años para que acabara la hegemonía de Cobb y no podía ser otro que el polémico Pete Rose, quien había marcado época con los Rojos de Cincinnati entre finales de los 60 y toda la década del 70 en el pasado siglo; erigiéndose como uno de los bateadores más consistentes de todos los tiempos.

Y el 11 de septiembre de 1985 fue la fecha oficial, pero hace apenas unos años se desató el debate debido a que el récord fue batido tres días antes, el 8 de septiembre de 1985, pues según las crónicas de la época, un box score alteró la marca de hits de Ty Cobb y su registró quedó en 4189; pero como quiera el 11 se estableció como día D.

La impronta

De cualquier modo, Pete Rose reafirmó su legado en aquella mítica jornada y no se detuvo hasta contabilizar 4256, ya con el estigma de su mala fama lacerando su huella en Las Mayores.

Cabe resaltar que Rose, además de vestir el uniforme de los Rojos de Cincinnati, marcó una época con los Phillies de Philadelphia a comienzos de los 80 y de igual manera con los Expos de Montreal.

Un detalle muy peculiar de la impronta que dejó Pete Rose estriba en que pegó 200 o mas hits en 10 temporadas, liderando el viejo circuito en este apartado durante siete de esas campañas.