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¿Clasificarán los Yankees?, ¿cuándo se marcha Aaron Boone?; son algunas de las preguntas que en este minuto retumban en la conciencia de los fanáticos de los Bombarderos del Bronx y están dichas interrogantes, quizás como las de mayor connotación, pero también la gente allí en Manhattan se pregunta sobre el despertar de Giancarlo Stanton y el posible regreso de Aaron Judge y a la vez se fomentan las más disímiles teorías acerca de lo que puede ocurrir en la fecha límite de cambios.
El panorama
Esa es la realidad y nos cuenta que, dentro de unas horas, los Mulos retornarán a la acción frente a los Rockies de Colorado con un cúmulo de dudas y muy pocas certezas, siendo penúltimos en la división este de la Liga Americana y aferrándose al milagro que le permita decorar al menos lo que va siendo una pésima temporada.
Cuando con forja de 49-42, los neoyorkinos buscan con denuedo la manera de seguir subsistiendo en su apartado, los ojos de la mayoría se posan en el área del bateo y en la rotación de abridores, con el cuerpo de relevistas dando la nota positiva, en medio de este entramado, una historia emerge para ahondar en esa sensación de caos que rodea a los Yankees.
La figura
Se trata de Ron Marinaccio, ese que vimos debutar en 2022, al que muchos nombraron “El arma secreta de los Yankees”, el que se lesionó a comienzos de octubre, pero que, en 40 partidos, sumó 44 entradas, ganando un juego y dejando una efectividad de 2,05, con 56 ponches y un whip de 1,04.
Marinaccio eclosionó por todo lo alto y tras ese comienzo pletórico de cara a la actual zafra de 2023, estaba llamado a asumir protagonismo en los finales y entre abril y mayo fue así; lanzó para poco más de 2 carreras limpias, salvó par de juegos y mantuvo un alto promedio de ponches e incluso se pensó que ante el desplome de Clay Holmes, podía ser el cerrador que tanto buscaba Aaron Boone.
La caída
Esa era la proyección, sin embargo, desde junio, los hechos nos muestran que la estela exitosa del derecho de 27 años se ha disipado a tal punto que, en los 7 desafíos, registra forja de 1-1, con un promedio de limpias de 5,68, cinco ponches en 6,1 inning y un feo whip de 2,21.
De manera sigilosa, su descenso se ha manejado tras bambalinas, sin recibir el debido tratamiento mediático y en esto ha influido el notable impacto que ha tenido Tommy Kahnle desde su retorno de la Lista de Lesionados y de igual modo, el renacer del mencionado Clay Holmes.
Expectativa
En líneas generales, Marinaccio proyecta un récord de 4-4, con efectividad de 3,60 y 44 ponches en 40 marcos.
Como quiera el problema está ahí; quedan casi 80 partidos para revertir esta tendencia negativa y que Ron Marinaccio regrese a la senda ganadora… ¿qué pasará?, el tiempo y el terreno como siempre dirán.