En Detroit soñaban con la llegada de alguien así, como Javier Báez pues desde aquella derrota en 2015 ante los Orioles de Baltimore en la Serie Divisional, los felinos se habían perdido del panorama competitivo, tras estar casi una década en el top de Grandes Ligas con dos presencias en Serie Mundial incluso, en 2006 y 2012.

El contrato de Javy, de 6 años y 140 millones fue la jugada que esperaban los fanáticos de los Tigres, pues en teoría, alrededor del boricua se conformaría otra vez un equipo de nivel, con miras a Play Off.

Desde el venezolano Carlos Guillén, no había un campocorto con ese calibre en la organización y junto a Báez, la gerencia sumó a jóvenes promesas como Spencer Torkelson, Willy Castro y Robbie Grosman; todos arropados junto a la figura de Miguel Cabrera.

Debió ser y no es

Y Javy debió ser pero hoy, dos meses después, ha quedado bien lejos de su condición habitual, siendo uno de los grandes fiascos de la temporada.

Para unos es presión, para otros una cuestión de desajustes en la biomecánica, lo cierto es que el caribeño ahora mismo está pasando mal año y los Tigres de ser candidatos en la división central, van siendo cuartos con marca de 15-28.

Al momento de escribir este texto, Báez apenas sobrepasa los 200 de average con 3 jonrones y 13 carreras impulsadas.

Otros números

El puertorriqueño ha conectado 28 hits en 137 turnos al bate y de acuerdo con Statcast su aceleración de swing ha descendido casi 10 puntos, de estar promediando 93,3 millas, ahora mismo apenas frisa las 85 millas.

En declaraciones a los medios en Detroit, el antillano refirió que esta pasando trabajo golpear la bola rápida, pues tratando de acomodar su swing se ha quedado un poco atrás a la hora del golpeo.

Solo la idea

Lo cierto es que del hombre que bateó 31 cuadrangulares en 2021 con Cachorros y Mets, solo queda la idea.

Lo positivo

Sin embargo, no todo es malo para Javy pues su producción con los rompientes es bastante buena, promediando casi 300 frente a curvas, sinker y splitter sobre todo; tal como refleja Statcast.

Al mismo tiempo desde la gerencia y la dirección del equipo hay confianza todavía en un despertar, pues resta dos tercios aún y Javy es un tipo obsesivo con su trabajo.

Esta es la cara que nos muestra esta historia hoy, a las puertas de junio, valdría la pena volver en agosto y ver lo que sucedió, si lo de Javy Báez fue ilusión o realidad.

Por aquí estaremos.