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El bate del dominicano Rafael Devers ha resonado con fuerza en la última semana, estableciendo una nueva marca para la franquicia de los Medias Rojas de Boston: seis partidos consecutivos conectando un jonrón. Esta hazaña, que ni siquiera las leyendas dominicanas como Manny Ramírez y David Ortiz lograron, augura un año especial para Devers y su poder al bate.

Un Horizonte Prometedor

Ahora, en el horizonte del joven quisqueyano, se vislumbra la posibilidad de consolidar su carrera como uno de los grandes bateadores de poder del béisbol actual. Devers busca lograr lo que aún no ha conseguido: dos temporadas consecutivas con al menos 30 jonrones para los Medias Rojas, un logro que colocaría su nombre junto a los más grandes de la franquicia.

Hasta la fecha, Devers ha superado la barrera de los 30 jonrones en tres ocasiones. La primera vez fue en 2019, cuando conectó 32 vuelacercas; luego en 2021, con 38; y la más reciente, el año pasado, con 33 cuadrangulares. Sin embargo, nunca ha logrado enlazar dos temporadas consecutivas con esta cifra, un objetivo que este año parece más alcanzable que nunca.

La Sombra de J.D. Martínez

El último jugador de los Medias Rojas en lograr dos temporadas consecutivas con 30 o más jonrones fue J.D. Martínez. En 2018, Martínez maravilló con 43 cuadrangulares y continuó su racha en 2019 con 36. Desde entonces, ningún otro jugador de Boston ha repetido tal hazaña, lo que añade una capa de dificultad y prestigio a la meta de Devers.

La Herencia de los Dominicanos

La historia de los Medias Rojas está adornada con las hazañas de los bateadores dominicanos. David Ortiz, conocido cariñosamente como “Big Papi”, estableció un estándar elevado con múltiples temporadas de 30 o más jonrones. Ortiz logró este hito en dos períodos distintos: una primera racha de cinco temporadas consecutivas desde 2003 (31 jonrones), 2004 (41), 2005 (47), 2006 (54) y 2007 (35), y luego otra racha de cuatro temporadas seguidas entre 2013 y 2016, con 30, 35, 37 y 38 jonrones respectivamente.

Manny Ramírez, otro ícono dominicano, también dejó su marca en Boston con seis temporadas consecutivas de 30 o más jonrones desde 2001 (41), 2002 (33), 2003 (37), 2004 (43), 2005 (45) y 2006 (36). Estos logros no solo resaltan la grandeza de Ortiz y Ramírez, sino que también plantean un reto para Devers: inscribir su nombre junto a estas leyendas.

Un Poderío Resurgente

El actual éxito de Devers no es fortuito. Su rendimiento en el plato ha sido impresionante, mostrando una combinación de potencia y precisión que lo convierte en una amenaza constante para los lanzadores rivales. Esta temporada, su bateo de poder ha sido consistente, y sus recientes seis jonrones en partidos consecutivos demuestran que está en una forma excepcional.

La Esperanza de Boston

Los aficionados de los Medias Rojas están ansiosos por ver si Devers puede mantener su ritmo y alcanzar la meta de los 30 jonrones en temporadas consecutivas. Su éxito no solo significaría una hazaña personal, sino que también podría ser el impulso que el equipo necesita para competir en la altamente competitiva División Este de la Liga Americana.

El impacto de Devers va más allá de las estadísticas. Su presencia en el equipo inspira a sus compañeros y eleva el nivel de juego colectivo. Con cada jonrón, Devers no solo se acerca a un logro personal, sino que también refuerza la tradición de poder ofensivo de los Medias Rojas.

Rafael Devers está en camino de lograr algo que pocos han conseguido en la historia de los Medias Rojas de Boston. Si puede mantener su ritmo y alcanzar los 30 jonrones por segunda temporada consecutiva, se consolidará como uno de los grandes bateadores de poder de la franquicia, siguiendo los pasos de gigantes como David Ortiz y Manny Ramírez. La temporada está en marcha y la expectativa crece con cada partido, mientras Devers continúa su ascenso hacia la grandeza.

MLB