Your browser doesn’t support HTML5 audio

Los Baltimore Orioles continúan reconfigurando su plantilla para la temporada 2025 de MLB, y su más reciente incorporación es el jardinero dominicano Ramón Laureano, quien firmó un contrato por un año y $4 millones de dólares con opción para 2026.

La llegada de Laureano se suma a un outfield cada vez más competitivo, que también cuenta con nuevas adquisiciones como Tyler O’Neill y Dylan Carlson, además de los ya establecidos Cedric Mullins, Colton Cowser y Heston Kjerstad. La pregunta clave es: ¿será Laureano una pieza fundamental en el equipo o simplemente parte de un plan mayor para reforzar la rotación de lanzadores?

Un bate sólido con defensa confiable

Laureano, de 30 años, viene de una temporada dividida entre los Braves de Atlanta y los Guardians de Cleveland, en la que registró un promedio de bateo de .259 con 11 cuadrangulares y 33 carreras impulsadas. Si bien sus números no son deslumbrantes, su perfil es el de un jugador versátil que puede aportar tanto en ofensiva como en defensa.

Desde su debut con los Oakland Athletics en 2018, Laureano ha sido reconocido por su potente brazo en los jardines y su capacidad para aportar en la parte media del lineup. Su mejor temporada ofensiva fue en 2019, cuando conectó 24 jonrones y registró un OPS de .860.

En Baltimore, su rol dependerá de cómo el equipo maneje la rotación de jardineros. Una de sus ventajas es su historial favorable contra lanzadores zurdos, lo que lo convierte en una opción valiosa en alineaciones estratégicas.

¿Dónde encaja Laureano en el outfield de los Orioles?

Los Orioles han perdido a Anthony Santander en la agencia libre, lo que abre espacio en los jardines. Sin embargo, el equipo ya contaba con varias opciones antes de la llegada de Laureano.

El manager Brandon Hyde podría optar por un platooning, alternando jugadores según el tipo de lanzador rival. En este sentido, O’Neill, Carlson y Laureano han tenido mejor desempeño contra pitchers zurdos, mientras que Mullins y Cowser destacan frente a los diestros.

Esto sugiere que Laureano no tiene asegurada la titularidad y podría desempeñar un papel más situacional, algo que podría cambiar si logra destacarse en el campamento primaveral.

¿Baltimore prepara un canje?

Con seis jardineros en el roster, surge una teoría interesante: los Orioles podrían estar acumulando talento en los jardines con la intención de concretar un intercambio.

Uno de los nombres que más suenan es el de Cedric Mullins, quien podría convertirse en agente libre al final de la temporada. Si Baltimore no planea extender su contrato, un canje antes de la fecha límite podría ser una jugada inteligente para obtener un lanzador abridor de calidad.

La necesidad de los Orioles en el pitcheo es evidente. Aunque el equipo cuenta con talento joven en su rotación, sigue habiendo incertidumbre sobre la durabilidad y el rendimiento de sus lanzadores. La llegada de Laureano brinda profundidad en los jardines y, al mismo tiempo, flexibilidad para explorar opciones de intercambio.

Un movimiento estratégico para los Orioles

La incorporación de Ramón Laureano no solo fortalece la profundidad del roster, sino que también ofrece varias ventajas estratégicas para Baltimore:

  1. Mayor flexibilidad en el outfield, permitiendo variaciones en la alineación según los enfrentamientos.
  2. Una alternativa defensiva sólida, con un brazo que puede marcar diferencia en los jardines.
  3. Un potencial activo de intercambio, si los Orioles deciden mover a un jardinero en busca de refuerzos en el pitcheo.

En última instancia, el éxito de este movimiento dependerá de cómo Laureano se adapte al equipo y de si Baltimore opta por hacer otro movimiento antes del inicio de la temporada.

¿Será Laureano una pieza clave en los Orioles o simplemente un nombre temporal en el roster? Solo el tiempo lo dirá.

 

MLB