Aaron Judge bateó otro cuadrangular la noche del jueves y le faltó muy poco para dar el segundo, cerrando una serie de cuatro juegos en los que rindió a un nivel de “JMV”, como dijo el manager Aaron Boone. Judge mandó la pelota sobre la cerca cuatro veces e impulsó siete carreras, una actuación que fue clave para que los Yankees se llevaran tres de los cuatro duelos ante sus rivales de división, cerrando con una victoria por 4-2.
El drama comenzó con la mirada de reojo de Judge hacia el dugout de su equipo mientras bateaba en la octava entrada la noche del lunes, avivando las sospechas de los Azulejos de que los Yankees estaban robando señas y desatando una tormenta de teorías de conspiración en su mayoría ridículas.
Judge y Boone se enfurecieron ante la sugerencia de que los Bombarderos habían hecho algo fuera de las reglas, aunque su explicación inicial de que Judge estaba mirando a algunos compañeros de equipo que estaban haciendo mucho ruido perdió peso una vez que el pitcher de Toronto, Jay Jackson, admitió que estaba anunciando involuntariamente sus lanzamientos y los Yankees se habían dado cuenta.
Como dijo Judge esta semana, la gente puede decir lo que quiera, y el público local lo hizo, abucheando a Judge una y otra vez. Judge respondió con un jonrón de dos carreras el martes y luego le dio al cubano Néstor Cortés una ventaja casi instantánea el jueves, con un batazo de dos rayas en la primera entrada ante el puertorriqueño José Berríos.
El actual JMV de la Liga Americana estuvo a centímetros de añadir otro batazo largo en la sexta, conectando otro envío de Berríos hacia al jardín central. La pelota golpeó la parte superior de la cerca y rebotó de nuevo hacia el terreno. Judge se detuvo en la segunda base y luego los árbitros lo mandaron al plato, pero la revisión de la repetición le devolvió a la intermedia.
En total, Judge se embasó en 11 de 19 visitas al plato durante la serie en Toronto, bateando .429 (de 14-6) con un doble, cuatro jonrones, siete carreras impulsadas y cinco boletos.
Los Yankees ganaron por 11ma vez en 16 juegos gracias a una buena actuación de Cortés, que navegó seis entradas de dos carreras en una noche en la que, con el bullpen sobrecargado de trabajo, Boone necesitaba todos los innings que pudiese darle.
Bo Bichette le conectó un jonrón solitario a Cortés en la primera entrada, pero el zurdo se asentó para dispersar cinco hits y un boleto, ponchando a seis. Fue un importante paso al frente para Cortés, que tenía récord de 0-2 y EFE de 8.53 en sus cuatro aperturas anteriores. El pitcher dijo que su incapacidad para ir lejos en los juegos había sido la “historia de mi temporada”.