Acuña hizo pagar al abridor de los Azulejos, Yusei Kikuchi, su error en apenas su tercer lanzamiento del juego. Como primer bate de Atlanta, Acuña es uno de los jugadores más peligrosos del béisbol. Es un jugador de cinco herramientas, y una de ellas es su poder de élite.

Acuña no solo se detuvo y vio aterrizar su jonrón en el segundo piso, sino que celebró mientras recorría las bases. Esto no es nada nuevo con Acuña y los Bravos, ya que a menudo celebran juntos. Como una de las mejores alineaciones de todo el béisbol, es difícil culparlos.

Después de perder los primeros dos juegos de su serie de tres juegos contra los Toronto Blue Jays, Acuña y Atlanta Braves tenían una sensación de ganar con urgencia el duelo del domingo.

Aficionados de los Azulejos abuchearon a Ronald Acuña durante su trote. El jonrón de Ronald Acuña se fue 421 pies al segundo piso de Toronto. La velocidad de salida fue de más de 114 mph.

Es curioso que Acuña se corra lento alrededor de las bases después de un jonrón, ya que cuando está en las bases es una molestia para los lanzadores contrarios. Acuña lidera la liga en bases robadas y está en ritmo de 32 jonrones y 69 robos en el año. Si tuviera un papel y terminara la campaña con más de 40 jonrones para emparejar sus bases robadas, podría convertirse en el quinto jugador en tener una temporada 40/40.

Los fanáticos de Toronto no estaban muy contentos con las payasadas de Acuña, pero alguna vez tuvieron y gozaron de José Bautista. Acuña que se tome el tiempo que quiera.