Fernando Tatis Jr no deja de ser noticia durante estos dias. Así de impactante fue la noticia de su positivo por clostebol. Ha habido toda clase de declaraciones, y opiniones.
Primero se lo dijo un expresidente de la República Dominicana.
Sea como sea.
Hay quienes piensan que todo está perdido, pero en realidad la cosa no es así. Tatis es un muchacho de 23 años y tiene un futuro por delante. Solo necesita dos cosas para resucitar su carrera en MLB: trabajar duro y rodearse de mejores personas.
Así opina el connotado periodista Jon Heyman, quien hace poco escribió en el New York Post lo siguiente:
“Tiene 13 años más para continuar con su contrato, mucho tiempo para cambiar su forma de ser. Tatis necesita rodearse de una mejor clase de personas. Solo tiene 23 años, así que espero que no sea demasiado tarde”
El periodista neoyorquino tiene razón. “Dime con quién andas y te diré quién eres”, reza el dicho popular. Y es que a veces el entorno, sin quererlo, sin mala intención, te saca de concentración, te distrae, te hace daño.
Pero si nos adentramos más en las palabras de Heyman, votante para los premios de la temporada y elector para el Salón de la Fama, nos podemos percatar de cómo la opinión pública estadounidense piensa sobre este caso.
En el segundo párrafo de su artículo publicado en el New York Post el colega escribe: “Al enterarse (Tatis) de su prueba de drogas fallida hace unas semanas, Tatis no se opuso, no protestó y, en última instancia, no forzó el tema del resultado de su prueba a un árbitro, como es su derecho.
Se dice que Tatis fue uno de los casos más claros de trampas con drogas que se recuerden: el fracaso se produjo solo un par de semanas antes del anuncio, posiblemente solo se retrasó unas pocas horas o un día para enterrar la noticia un viernes por la noche.
Vaya juicios de valor. Pero todos hecho con conocimiento de causa.
También en el mismo artículo se menciona el ejemplo de Starling Marte, quien luego de haber salido positivo en una prueba de dopaje, cumplió su sanción, trabajó duro, no dijo nada, calladito, y regresó para poner mejores números y así resucitar su carrera.
Allí está el espejo en donde tiene que mirarse Tatis. Es hora de tomar las riendas de su vida, es hora de comenzar a hacer las cosas de manera correcta.