El lanzador de los Marlins de Miami, Sandy Alcántara, probablemente esté viviendo uno de los capítulos más extraños en su carrera deportiva. Actualmente, está en la mejor forma física de su vida y sus labores sobre el montículo están siendo extraordinarias, pero sus números siguen sin cuajar y lo peor de todo es que su talento pasa desapercibido.

Es casi un hecho que si existiera un galardón al pelotero dominicano más infravalorado del momento el ganador sería él de manera unánime. A pesar de que con sus Marlins de Miami lanza primores, los triunfos tardan en llegar y no solo eso, sino también los elogios.

Hoy volvió a vivir un episodio amargo con su club tirando 8 innings excelentes y sufriendo el injusto destino de marcharse sin decisión para posteriormente ver caer a los suyos como tantas veces le ha ocurrido.

Casi perfecto… pero no

Ante los Cardenales de San Luis, Sandy se mostró gigante. Tiró 8 entradas enormes en las que solo permitió 4 imparables y otorgó 1 boleto. Logró ponchar a 6 oponentes y nunca estuvo en peligro de recibir carreras, pero los suyos no lo respaldaron.

De manera triste tuvo que bajarse de la lomita sin las mieles de la gloria en sus labios y luego, le tocó presenciar cómo los pájaros rojos labraban 2 rayitas y obtenían la victoria en condición de visitantes frente a sus Marlins.

Un cuadrangular de Nolan Arenado, hombre al que ponchó en 3 ocasiones, fue la sentencia para la tropa de Florida a la que tantas veces ha defendido Alcántara sin hallar la misma respuesta.

Una gran injusticia

En los últimos 2 años con los peces, el oriundo de Azua ha puesto una muy respetable efectividad de 3.16 puntos. Esto, a grandes rasgos, habla de un serpentinero de primera categoría, pero no es lo que dice su registro. En ese trayecto, cosechó 12 triunfos y 17 reveses en 40 salidas, algo verdaderamente insólito.

Sus 240 ponches en 247.2 entradas de labor durante el mismo periodo de tiempo también son muestra clara de dominio sobre sus oponentes, pero sin éxito no hay aplausos en ningún lado.