Entre 2008 y 2011, los Phillies de Philadelphia fueron el elenco dominante en Grandes Ligas, ganando un anillo de Serie Mundial y perdiendo en la misma instancia en 2009 ante los Yankees de Nueva York, evocando glorias pasadas, hitos que databan desde aquel anillo en 1980, cuando el mítico Pete Rose recaló en la organización.
La nueva generación, integrada por jugadores de la talla de Shane Victorino, Jimmy Rollins, Chase Utley, Ryan Howard y Brad Lidge como cerrador dejó una estela única en la primera década de este siglo, pero tras la campaña 2011, esa huella, de a poco, se difuminó.
Once años después
Once años después, sin poder volver a Play Off, la franquicia, bajo la égida del célebre Dave Dombrowski como gerente general; están bien cerca de concretar el sueño de la afición de regresar a la postemporada.
Todos saben el empeño y el dinero que ha apostado Dombrowski; se llevó a Bryce Harper, también se hizo con los servicios de Nick Castellanos y Kyle Schwarber y pensó bien, creyó en Joe Girardi y si bien no funcionó, las cosas después de que el ex manager de los Yankees fuera despedido, las cosas han ido para mejor.
Sí señores, al momento de escribir este texto, el equipo con forja de 71-55 ha igualado una actuación que no alcanzaban desde 2011, aquel año donde por última vez lograron clasificar.
Momento cumbre
Este viernes, en el Citizens Bank Park, el regreso de Bryce Harper de la lista de lesionados fue por todo lo alto, como la señal perfecta para creer en el milagro, pues el MVP, en medio de una algarabía total, conecto de hit en su primer turno al bate, para impulsar carrera ante los Piratas y además poner fin a un récord negativo del equipo de 0-12 en situaciones de juego de este tipo, teniendo las bases llenas.
Como si de quebrar un conjuro, una especie de maldición, como si de eso se tratara, ese batazo de Harper en el primer inning contra los Piratas de Pittsburgh iluminó el camino para la victoria final de 6-3.
La proyección
Con su victoria, los Phillies anclan terceros en la división este de la Liga Nacional, a 9,5 juegos de los Mets de Nueva York y 7,5 de los Bravos de Atlanta, pero bien consolidados en los puestos de comodín.
Así fue lectores, en el regreso de Bryce Harper, mas de dos meses después de su salida por lesión, los Phillies de Philadelphia ganaron y evocaron la mística de once años atrás para volver a poner a soñar a su fanaticada.