Ese ponche a Miguel Cabrera lo inmortalizó para siempre con su barba tupida y su ferocidad ridícula encima del box y es que Sergio Romo en apariencia parecía no tener nada, un físico bastante normal y sin embargo sacaba outs, dominaba con esa slider cortante que le hacía perder la perspectiva a sus rivales.
Era octubre de 2012 y con el ponche a Cabrera llegó el out 27 y los Gigantes de San Francisco ganaban su segunda Serie Mundial en tres años, luego de vencer en 2010 a los Vigilantes de Texas.
El mexicano Romo fue uno de los referentes del bullpen en aquella escuadra dirigida por el mítico Bruce Bochy, junto a hombres como Santiago Casillas y Jeremy Afteld y sin dudas Romo vivió sus mejores años allí.
El peregrino
Luego de su salida del elenco de la bahía, Sergio Romo fue una especie de peregrino en Las Mayores, ya con el peso de los años encima, buscó contratos a corto plazo que le fueran favorables y de cierta manera cumplió trabajando para Mellizos de Minnesota y Atléticos de Oakland.
En estas dos temporadas, haciendo labores mayormente de contención, Romo compiló una efectividad de 4,52, un registro bastante decente que logró complementar con el pobre bateo de sus rivales, pues apenas le lograron conectar para poco más de 200 de average.
Con la idea de que este siguiera haciendo un trabajo similar al de las dos campañas precedentes, los Marineros de Seattle le ofrecieron un contrato para esta temporada 2022 pero las cosas no salieron bien y llegó el cataclismo tras sostener una desastrosa efectividad de 8,16 en 14,1 tramos de actuación.
Tras el temporal llegó la calma
El resultado no podía ser otro y Romo fue puesto en asignación, pero los Azulejos de Toronto acaban de oficializar que el de la tierra del mariachi formará parte de la lista de 40 hombres y estará bajo el mando de Charlie Montoyo.
El pacto se había dado a conocer desde el pasado 27 de junio pero se debía esperar a las pruebas médicas y ya es un hecho consumado.
La decisión llega en un contexto en el que la franquicia canadiense se tiene que enfrentar a importantes ausencias en su cuerpo de relevistas, pues desde el 8 de junio han perdido ha Andrew Vásquez, Trevor Richards, Yimi García y recientemente a Nate Pearson; por lo que Romo entra con toda su experiencia a cuestas y la misión de rescatar lo mejor de su arsenal, su slider y ese control deslizante que se vuelve imposible para los bateadores derechos.
De acuerdo con Jon Heyman del New York Post, Romo llega con un contrato de Grandes Ligas a los Azulejos, aunque la mayor parte dl salario de 2 millones de dólares la estará pagando Seattle.