El grandesligas japonés Shohei Ohtani, confesó durante una entrevista en el día de ayer que no hay planes de una extensión de su contrato entre él y su actual equipo, los Angelinos de los Ángeles. Según sus propias palabras, el club y sus representantes en CAA Baseball no han tocado el tema, cuestión que seguro lamentará a muchos aficionados.
Después de dar una excelente demostración de talento y versatilidad durante la campaña de 2022, era natural pensar en que los Angels quisieran conservar por muchos más años a este prodigio del béisbol, pero tal parece que de momento esa no es una prioridad.
Aunque todavía estará bajo el control de la organización californiana hasta el año 2023 (en el que será elegible por última vez para arbitraje salarial), Ohtani podría estar avizorando desde ya ir a una novena mucho más fuerte y que le pueda ofrecer un contrato multianual bastante ostentoso.
La revelación del 2022
El nuevo Babe Ruth, como muchos lo apodan, dio una verdadera muestra de lo que significa la palabra “polifacético” en el deporte de las bolas y los strikes durante la zafra 2022 de las Grandes Ligas.
El de Oshu, Japón, evidenció una gran capacidad tanto lanzando como bateando, algo casi imposible de ver en el béisbol actual si no fuera por él. Esas destacadas actuaciones le permitieron adjudicarse el premio a Jugador Más Valioso de la Liga Americana por encima de figuras de la talla de Vladimir Guerrero Jr., Aaron Judge y Carlos Correa.
¿Podrán retenerlo los Angelinos?
La razón por la cual probablemente su equipo actual no le ha ofrecido una extensión de contrato es lo comprometidos que están económicamente. Con contratos como los de Mike Trout ($37 millones), Anthony Rendon ($38 millones), Raisel Iglesias ($16 millones) y David Fletcher ($14 millones) los Angelinos se encuentran bastante presionados en el ámbito salarial.
También cabe la posibilidad de que simplemente estén aguardando un poco y se encuentren a la espera de comprobar si verdaderamente Ohtani puede sostener ese rendimiento superlativo que tuvo en el último ciclo, y si el hecho de lanzar y batear constantemente no termina pasándole factura a su salud en el largo plazo.